Será gracias al bloque V8 4.0 TDI biturbo de 435 CV y 900 Nm, que cogerá prestado de su primo hermano, el Audi SQ7. Parece que no le ha bastado con ser el primer todocamino de la historia de Bentley, sino que ahora parece que será el primero en equipar un motor turbodiésel. Y es que las sinergias son lo que tienen, y que Bentley sea una de las marcas que ‘duerme’ bajo la manta del grupo Volkswagen le ha permitido expandirse, le pese a quien le pese.
Una expansión que ahora viene determinada por la llegada de un bloque alimentado por gasóleo que acompañe al actual 6.0 W12 biturbo de 608 CV. Pero no pienses que será un propulsor de ‘andar por casa’, sino que será el mismo que ya mueve al Audi SQ7,e s decir, V8 4.0 TDI biturbo con compresor eléctrico que genera 435 CV y un increíble par de 900 Nm.
En combinación con una caja de cambios automática de ocho velocidades, los 2.440 kilos que anuncia se seguirán moviendo casi igual de rápido que el W12, pues es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,8 segundos, llegando a una punta autolimitada de 250 km/h. Y todo ello con un consumo medio que, esta vez sí es del tipo utilitario ya que no pasa de los 5,9 l/100 km.
En definitiva, Bentley está dispuesta a dar el do de pecho con el Bentayga y este TDI será el primer paso a una gama extensísima que contempla otros propulsores y energías alternativas, como la hibridación…