Y además se combina con una carrocería repleta de elementos de fibra de carbono (como el alerón o los asientos), que permiten rebajar el peso hasta los 1.396 kilogramos. Aunque en los últimos artículos relacionados con Audi su principal punto de actuación era la eficiencia, con el vehículo que aquí nos presenta, la alemana nos recuerda que desde sus oficinas centrales también son capaces de desarrollar modelos de ensueño… como este TT Clubsport Turbo quattro que la marca de los cuatro aros mostró en el Salón de Wörthersee.
Un prototipo que no sólo destaca por su espectacular y despampanante aspecto sino también por montar una mecánica prodigiosa… aunque mejor ir por partes. Si bien coge la base estética y estructural de un TT poco o nada tiene que ver con dicho coupé pues no sólo se han ensanchado sus vías en 14 cm (ahora la delantera mide 1,74 metros y la trasera 1,73 m), siendo más grandes que las de un R8, sino que también se ha agrandado su longitud (pasa de 4,18 a 4,33 metros) y se le ha reducido su peso hasta los 1.396 kilogramos, es decir, 44 kilos menos que un TTS.
Pero además, se ha embrutecido su aspecto con la inclusión de un enorme alerón posterior fabricado en fibra de carbono, de faros con tecnología Matrix LED o de llantas de 20 pulgadas montadas sobre neumáticos 275/30 R20 que, en su parte delantera, esconde discos carbocerámicos de 370 mm de diámetro. Todo ello se completa con asientos tipo baquet hechos en fibra de carbono y con arneses de seguridad o con la jaula interior de seguridad fabricada en titanio.
De competición
Elementos que más bien parecen de competición pero que tienen su justificación cuando hablamos de lo que se esconde bajo su capó. Y es que uno de los principales atractivos de este TT Clubosport Turbo es, sin duda, su motor. Un propulsor que se trata del mismo 2.5 TFSI de cinco cilindros que la marca empleó en la anterior generación del TT y que mantiene en el actual RS3 Sportback.
Sin embargo, su principal peculiaridad es que además de montar un turbocompresor tradicional, Audi le ha incluido un compresor eléctrico, denominado e-turbo, el cual ya se ha empleado en otros prototipos como el RS 5 TDI Concept. Su principal ventaja es que puede alcanzar con más rapidez una velocidad de giro muy grande, ofreciendo una respuesta casi instantánea ya que sobrealimenta al propulsor por debajo de los 200 Nm de par. Dado su elevado consumo eléctrico, es necesario montar un sistema de 48V que se alimente de la energía guardada en una batería de iones de litio situada en el maletero.
El conjunto de esta tecnología permite al TT Clubsport Turbo aumentar considerablemente la potencia del propulsor, pasando de los 367 CV y 465 Nm de par que genera en el RS3 Sportback a los 600 CV y 650 Nm de este prototipo; permitiéndole contar con unas prestaciones dignas de la competición: con una velocidad punta de 310 km/h y un paso de 0 a 100 km/h de 3,6 segundos.