Sus argumentos, una dinámica de conducción ultradeportiva y un motor mejorado que pasa a contar con nada menos que 400 CV. La familia RS de Audi sigue creciendo y lo hace gracias a la llegada del nuevo RS3 Sedán. En efecto, la marca de los cuatro aros ha extrapolado toda la radicalidad de las siglas RS a la carrocería de tres volúmenes de su compacto más exitoso. De esta forma, la firma germana consigue además sacarse de la chistera un rival directo tanto del Mercedes-AMG CLA 45 AMG como del BMW M2 para que así la ‘batalla’ no solo se ciña a las carrocerías de cinco puertas.
Para ello se mantiene fiel al motor de gasolina 2.5 TFSI el cual ha sido revisado al incorporar un nuevo sistema de doble inyección, directa e indirecta, o un nuevo sistema de distribución variable; todo ello sin obviar que es un bloque más ligero, pesa 26 kilos menos, y mucho más potente que antes.
Así es, el 2.5 TFSI del que hace gala este RS3 Sedán alcanza ahora nada menos que los 400 CV de potencia, 33 más que el RS3 Sportback de hace dos años, al tiempo que su par máximo pasa de 465 a 480 Nm. De esta forma, sus prestaciones también mejoran ligeramente pues únicamente necesita 4,1 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, dos décimas menos que antes y una décima más rápido que el AMG CLA 45. Por su parte, la velocidad máxima sigue estando limitada electrónicamente a los 250 km/h aunque Audi ofrece la opción de desbloquearla hasta los 280 km/h.
Por último, como no podía ser de otra forma, la puesta a punto del modelo también es exclusiva, ya que cuenta con una suspensión deportiva que rebaja la altura de la carrocería en 25 milímetros, un control del ESP específico, con una función que hace que las ruedas traseras derrapen ligeramente, o un equipo de frenos más potente, con discos delanteros de 370 mm de diámetro y pinzas de ocho pistones… que parecen una minucia en comparación con los carbocerámicos que se ofrecen en opción.