No se trata única y exclusivamente de un prototipo que adelanta cómo podría ser un futuro coupé de gran tamaño al estilo de un Mercedes S Coupé, sino que el Prologue nos desvela el nuevo rumbo estilístico que tendrán los próximos vehículos de la marca de los cuatro aros, con una clara evolución frente a lo conocido hasta el momento, ya que la característica parrilla se mantiene y los faros y pilotos son más pequeños. En más de una ocasión, los propios directivos de Audi han declarado que buscan un cambio en el diseño de sus modelos, demasiado parecidos entre sí a pesar de haber grandes diferencias de tamaño y de precio. Además, era una petición de los clientes y de los propios aficionados. Todos ellos pueden por fin verse satisfechos porque en Audi “algo está pasando”, si parafraseamos a uno de sus marcas rivales. Efectivamente, el fabricante alemán ha mostrado en el Prologue una evolución (que no revolución) en su patrón de diseño y cuyos retoques finales ha afinado Walter de Silva, el responsable de diseño del Grupo Volkswagen. Así pues, la parrilla mantiene la peculiar forma poligonal aunque reduce su altura mientras que el ancho crece, lo que contrasta con los faros y los pilotos, ahora más pequeños que los actuales, por lo hablar del recurso de la tercera luz de freno que recorre toda la parte alta del portón, una solución que ya hemos visto, por ejemplo, en la extinta Saab.
En el interior, por contra, sí se produce una ruptura con la tendencia actual y es que se borran de un plumazo las formas abultadas de la consola central y la gran profusión de botones; en su lugar, se han utilizado pantallas táctiles con las que tanto conductor como copiloto pueden manejar la radio, el climatizador o el navegador. Que estas tecnologías se lleven a producción dependen básicamente de su coste y no disparen el precio final del coche que las monte.
Impresionante
El Audi Prologue mide 5,10 metros de largo, 1,95 metros de ancho y 1,39 metros de alto, mientras que la batalla es de 2,94 metros, es decir, cifras más o menos similares a las del actual A8 y en clara consonancia con el Clase S Coupé de Mercedes. Como buen prototipo, cuenta con un 'enorme' propulsor, un V8 de cuatro litros TFSI biturbo que consigue 605 caballos y 750 Newton/metro de par con la función overboost activa o 'sólo' 700 Newton/metro con este modo desactivado. Además del cambio automático de ocho marchas y la tracción integral quattro, cuenta con un eje trasero direccional que gira a determina velocidad para ayudar al Prologue a entrar y salir de las curvas, por no hablar de que carece de alternador y motor de arranque ya que, en su lugar, se ha empleado un dispositivo que trabaja en su lugar y apaga el motor cuando se conduce a vela para ahorrar combustible.
Para el final hemos dejado las prestaciones de esta máquina: acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 3,7 segundos (es decir, 0,2 segundos más rápido que un RS 6 Avant de 560 caballos) mientras que la velocidad máxima sobrepasa los 300 kilómetros/hora. Y, como dato anecdótico, el consumo: 8,6 litros a los 100.