Y es que el fabricante alemán es parte integrante de la competición Google Lunar XPRIZE, el cual busca desafiar e inspirar a ingenieros y empresarios de todo el mundo para desarrollar métodos de exploración robótica espacial de bajo coste… porque, para ellos, los 30 millones de dólares de premio parecen una minucia. Para ganar el concurso Google Lunar XPRIZE, un equipo financiado con fondos privados tiene que situar sobre la superficie lunar un robot que explore al menos 500 metros y transmita videos e imágenes en alta definición de vuelta a la tierra. Y aquí es donde Audi entra en juego ya que el equipo alemán (el único de la competición) incorpora su experiencia y conocimientos tecnológicos en diferentes campos: desde la construcción ligera, pasando por la movilidad eléctrica, la tracción total Quattro y la conducción pilotada. Como socio colaborador Audi proporciona completo apoyo y asistencia en materia de pruebas, ensayos y certificación de la calidad.
Fruto de todo ello, en 2017, el fabricante alemán tendría previsto poner dentro de la órbita lunar el denominado Audi Lunar Quattro. Tras un viaje de cinco días en donde recorrerá más de 380.000 kilómetros, el vehículo eléctrico, autopilotado, ligero y con tracción total aterrizará en una zona situada al norte del ecuador lunar, muy cerca de donde lo hizo el Apolo 17 en 1972, la última misión tripulada de la NASA que visitó nuestro satélite.
Para asegurar su movilidad, el Audi Lunar Quattro dispone de un panel solar ajustable que capta la luz solar y la dirige a sus baterías de iones de litio, que son las encargadas de suministrar energía a los cuatro motores eléctricos del vehículo situados en cada una de las ruedas para conseguir que se desplace a una velocidad máxima de 3,6 km/h. Del mismo modo, para que pueda ser controlado sin tener ningún percance, en la parte delantera del vehículo se ha montado un cabezal que transporta dos cámaras estereoscópicas más una adicional de tipo científica con la que podrá examinar todo aquello que encuentre en su aventura.