En este sentido, la alemana, además de por la electricidad apuesta por el hidrógeno, tal y como demuestra con este h-tron quattro Concept capaz de recorrer 600 kilómetros y recargar sus depósitos en menos de 4 minutos. El segmento de los SUV coupé que estrenó BMW con su X6 acaba de aumentar con el GLE Coupé de Mercedes. Una lucha de dos que, en menos de un año pasará a ser de tres cuando Audi saque a la venta su Q6. De momento, la firma de los cuatro aros no ha mostrado ninguna imagen oficial pero sí ha dejado entrever, a través de varios prototipos, por dónde podrían ir los tiros.
Así, tras presentar el e-tron quattro concept, desde Ingolsdtadt, y en dirección al Salón de Detroit, salió el h-tron quattro, otro concept con estética de SUV pero que en lugar de estar alimentado por electricidad emplea como principal combustible el hidrógeno. Así es, este todocamino se mueve gracias a la combinación de una pila de combustible de 110 kW que se combina con tres depósitos, en donde se almacena el hidrógeno 700 bares, y con una batería de iones de litio, de menos de 60 kilogramos de peso, capaz de proporcionar un empuje momentáneo de 100 kW.
Pero por si eso fuera poco, este h-tron quattro Concept también equipa un panel solar en el techo, según la marca el más grande que se haya montado en un vehículo, que puede suministrar hasta 320 W de potencia y proporcionar un mayor recorrido. Una autonomía que está cifrada en nada menos que 600 kilómetros ya que según anuncia Audi el consumo medio es de 1 kilo de hidrógeno por cada 100 kilómetros. Por último, un dato sorprendente es que los tres depósitos se pueden repostar en menos de 4 minutos.
Con todo ello, el h-tron quattro Concept apuesta por dos motores eléctricos, uno situado en el eje delantero que entrega 120 CV y otro en el trasero, con 188 CV. De tal forma que estamos ante un vehículo con tracción a las cuatro ruedas que, además presenta un par máximo de 550 Nm desde el momento del arranque logrando así unas prestaciones más que razonables: con 7 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado y una velocidad máxima, limitada, de 200 km/h.
Futuro de vanguardia
Este prototipo ha sido fabricado a partir de la plataforma MLB Evo de la que ya han salido el actual Q7 y el Bentley Bentayga. Tiene una carrocería de 4,88 metros de largo, 1,93 de ancho y 1,54 metros de alto, cotas que le permiten contar con un excelente coeficiente aerodinámico al presentar un Cx de tan sólo 0,27. Todo ello distribuido en un interior muy futurista con pantallas OLED distribuidas por todo el habitáculo, apto para cuatro ocupantes, cada uno en su asiento independiente, y con un maletero de 500 litros de capacidad.
Una carrocería en la que se engloban un sinfín de tecnologías, entre las que se encuentran los conocidos faros delanteros Matrix Láser, pilotos traseros OLED o un sistema denominado zFAS que, a través de una serie de sensores, radares, cámaras de vídeo, sensores ultrasónicos y un escáner láser, calcula en tiempo real el entorno del coche para ser capaz de desplazarse por él mismo. Es decir, que sería el primer paso hacia la conducción autónoma real ya que puede funcionar a velocidades que van hasta los 60 km/h.