El salto cualitativo va más allá y afecta tanto a la dirección como a la suspensión, ambas retocadas para tener un feeling más deportivo. Si alguien piensa en deportivos es inevitable nombrar a Aston Martin. El fabricante de automóviles exclusivos está renovando poco a poco su gama para hacer frente a la competencia ya que Porsche o McLaren están lanzando nuevos modelos. Desde la empresa saben donde flaquean, en la dinámica, porque lo que es en diseño, los cupés made in Britain no tienen rivales. Así que dicho y hecho, los ingenieros y desarrolladores se han centrado en mejorar las cualidades del Vanquish, el último protagonista de la marca que ha pasado por el taller para renovarse.
Tras dos años a la venta, el Vanquish mantiene intacta su imagen porque, ¿acaso le hace falta? En absoluto. Las reformas se esconden bajo su escultural imagen, puesto que tanto propulsor, dirección, frenos, escape y amortiguación. Efectivamente, buena parte de los órganos mecánicos que componen el Vanquish son diferentes y, según el fabricante, tanto que dan un comportamiento más racing al coche.
El motor sigue cubicando seis litros y la arquitectura es de 12 cilindros en V, si bien se arañan tres caballos y 10 Newton/metro de par (antes, 573 caballos y 620 Newton/metro; ahora, 576 caballos y 630 Newton/metro). Este levísimo incremento de fuerza se debe al trabajo llevado a cabo en la centralita y en el sistema de escape y que, como puedes imaginar, ayuda a lograr prestaciones más punteras: 3,8 segundos en el 0 a 100, es decir, 0,3 décimas menos que hasta el momento. Bien es cierto que existe un as en la manga para alcanzar este valor y no es otro que una nueva caja de cambios automática de ocho velocidades Touchtronic III desarrollada por ZF (se trata de un suministrador y especialista en este tipo de transmisiones, en cuya cartera de clientes figuran BMW o Land Rover); ésta es, además, un 3% más liviana que la que se empleaba hasta el momento, de seis marchas, y es capaz de realizar los saltos en tan sólo 130 milisegundos. La punta, por su parte ha pasado de 295 kilómetros/hora a 324 kilómetros/hora mientras que el consumo de carburante ha descendido de 14,4 litros a 12,8 litros (influye la inédita gestión que se hace del V12, tarea que lleva a cabo un módulo de Bosch).
Más modificaciones
La dirección ha sido reprogramada para ser más precisa (tiene un tarado de 15:1, con 2,6 vueltas de volante entre tope y tope) y los amortiguadores se han endurecido un 15% en el eje delantero y un 35% en el trasero.
A su vez, están disponibles unas llantas de cinco radios dobles (las de la imagen) nunca antes vistas en el Vanquish. De 20 pulgadas, son las que acompañan a las unidades que ves en nuestra galería de fotos