Estética y dinámica de competición combinados con un motor estratosférico o una ligereza extrema son algunos de los puntos más destacados del nuevo hipercoche que la firma inglesa ha desarrollado en unión a Red Bull F1 Team. Hasta ahora era conocido como AM-RB 001 y se trataba de un concept desarrollado en unión con la escudería de Fórmula 1, Red Bull. Sin embargo, la unión ha fructificado y Aston Martin acaba de presentar el que sería el ‘paso dos’ de este hipercoche de carreras destinado, quién sabe, si a la conducción diaria.
De momento se sigue mostrando bajo el paraguas del término prototipo pero según la marca de Gaydon, las fotografías que acompañan estas líneas corresponderían con un modelo finalizado casi al 95%. Quizá por eso la marca inglesa le ha cambiado el nombre por el de Valkyre.
Pegado al asfalto
Aston Martin asegura que, gracias a su diseño, el Valkyre no necesita de grandes alerones para alcanzar “niveles de fuerza descendente extraordinarios”. El responsable del mismo, el exquisito trabajo realizado en lo que a flujo y circulación de aire se refiere, el cual se canaliza por la parte inferior gracias a las pequeñas entradas de aire frontales situadas bajo el parabrisas.
Un concepto que no está reñido con el diseño, pues el Aston Martin Valkyre también incorpora unas alas de gaviota de gran apertura y unas llantas pseudo carenadas muy vistosas. En cuanto a las novedades tecnológicas, incorpora faros LED fabricados en aluminio anodizado (le permite ser entre un 30 y 40% más livianos), mientras que el anagrama delantero ha sido grabado también en aluminio para así no añadir una micra de peso al conjunto. En total, el conjunto del Valkyre no llega a superar los 1.100 kilos de peso.
Otros elementos que aparecen son las cámaras exteriores que hacen las veces de retrovisores (quizá este sea uno de los elementos que corresponden a ese 5% restante), mientras que la luz de freno trasera emplea la tecnología OLED.
Así es por dentro
Una de las grandes novedades de la presentación de esta actualización es que por fin hemos podido ver cómo es el habitáculo de esta bestia. Minimalista y con tintes de competición. Así es como podríamos definirlo de manera sencilla y rápida. Ofrece una configuración para dos ocupantes, quienes se sentarán en dos butacas de carbono ancladas directamente sobre el chasis monocasco del vehículo. Esto provoca que las partes móviles del mismo sean tanto los pedales como el volante. De hecho, este último puede incluso extraerse para facilitar el acceso al habitáculo.
En el volante se integran todos los mandos, similar al que se ha visto en el Ford GTy tras él se ha instalado una pantalla OLED en la que se muestra toda la información. Por último, los cinturones también son al estilo de las carreras ya que son arneses con seis puntos de fijación.
¿Y del motor? De momento no hay nuevos detalles ni especificaciones acerca del mismo, aunque todo apunta a que tras la cabina de pilotaje irá equipado un descomunal bloque V12 atmosférico de 6.5 litros, asociado a otro módulo eléctrico, para entregar una potencia conjunta superior a los 1.100 CV, es decir, que su relación peso/potencia rondaría el 1:1… ¿hacen falta más argumentos? Bueno sí, un precio que podría superar también los 3 millones de euros.
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