Un vehículo rompedor tanto a nivel estético como mecánico, pues estrena un nuevo motor turboalimentado que le catapultará hasta los 608 CV de potencia. Más adelante llegará otro bloque más comedido, cercano a los 500 CV, fruto de su acuerdo con Mercedes-Benz. Tras deleitar a medio mundo con el DB10, un vehículo desarrollado única y exclusivamente para la última película de James Bond, Spectre, Aston Martin ya tiene preparado el sucesor de calle del DB9: el DB11. Un modelo que, pese a romper con la estética clásica de sus predecesores, no pierde ni un ápice de la personalidad que ha hecho grande a la marca británica. Con solo mirarlo una vez, este DB11 cautiva.
Para ello, ha pedido ayuda al departamento AMG de Mercedes aunque no se beneficia de ninguna de sus plataformas, como previsiblemente se pensaba, sino que han evolucionado la VH y adaptarlo a las nuevas exigencias. Su chasis está fabricado íntegramente en aluminio, al igual que su carrocería, lo que le ha permitido rebajar sustancialmente su peso final hasta los 1.770 kilogramos, en vacío.
Una carrocería que mide 4,74 metros de largo, 1.94 de ancho y 1,28 de alto y que está ‘sujeta’ gracias a las nuevas suspensiones, independientes en ambos ejes, que cuentan con amortiguadores controlados electrónicamente. Además, dispondrá de un selector de modos, con tres programas: GT, Sport y Sport Plus, que permitirá variar tanto la dureza de la suspensión como de la dirección, el sonido de los escapes o la respuesta tanto de la caja de cambios como del motor.
Un deportivo artesanal
Un propulsor que también es completamente nuevo. Así es, Aston Martin es otra de las marcas que sucumbe a la ‘era turbo’ al sustituir el anterior motor V12 atmosférico de 5.9 litros por un nuevo V12 biturbo de 5.2 litros que es capaz de entregar nada menos que 608 CV y 700 Nm de par. Semejante potencial se gestiona a través de una transmisión automática ZF de 8 velocidades, heredada de los Vantage y Rapid con la que el DB11 será capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 3,9 segundos y de llegar a los 322 km/h de velocidad punta.
Más adelante, está previsto que llegue otro propulsor más pequeño fruto del acuerdo con Mercedes: el 4.0 V8 biturbo que ya emplea el Mercedes AMG GT S. Una mecánica que, además, se ofrecerá con cambio manual, otorgándole así un punto más de exclusividad.
Aunque donde sí que rezuma exclusividad este DB11 es en su habitáculo. Además, de contar con la más moderna tecnología, determinada por el mismo cuadro de relojes que ya se monta en el Mercedes Clase S Coupé (con una pantalla de 12 pulgadas), este coupé 2+2 sumará toda la personalización del fabricante británico. En este sentido, gran parte del habitáculo estará fabricado siguiendo unos altos estándares de calidad, al equipar materiales nobles como la madera, la fibra de carbono o el aluminio.