Porsche cuenta con un escaparate delicioso en el que, sin duda, destaca como protagonista principal el Nueveonce, icono y abanderado de los más sibaritas. Sin embargo, muy pocos saben que la marca de Zuffenhausen también llegó a motorizar otras joyas de la movilidad como las avionetas PFM (aeronaves con motor desarrollado por Porsche.) Entre ellas encontramos esta Mooney M20L PFM de poco menos de 900 kg a la que saca a pasear Max Schwarz prácticamente a diario.
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Como esta unidad en concreto apenas se fabricaron otras 39 más, pero la inmensa mayoría fueron ya desguazadas. Hoy por hoy, en condiciones de vuelo, solo encontramos unas cinco. Y es que, aunque ahora solo podamos hablar de las PFM como lo que pudo ser y no fue, en la década de los 90 el proyecto iba camino a convertirse en el segundo pilar de la marca alemana tras los coches.
Avionetas Porsche: lo que pudo llegar a ser...
Según Heinz Dorsch, director de Desarrollo de Porsche en aquella época, las cosas finalmente no salieron como esperaban: la primera PFM fue homologada en 1984 y solo seis años después salió de cuna la última Mooney. Eso sí, el revés no fue culpa de Porsche. Tal y como explican, el mercado aeronáutico no se desarrolló tan rápido como toda la industria esperaba y tuvieron que cortar el grifo...
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En total se fabricaron unos 180 motores PFM 3200 y despegaron con ellos unos 80 aviones. Además de Mooney, también había modelos de Cessna y el Robin DR400/RP francés. Todavía existen entre quince y veinte de ellos, de los cuales solo cinco son Mooney. Hablamos del sueño de muchos pilotos y con toda seguridad, también de uno de los iconos de los cielos.