Es uno de los modelos más especiales en la historia de Porsche y también uno de los más exclusivos. Se fabricaron apenas 51 unidades y una de ellas puede ser tuya. Eso sí, no te saldrá barata, pues se estima que podría venderse por cerca de 700.000 euros. Hablamos de un Porsche Carrera RSR 3.8 de 1993 basado en el 964 de Porsche, fabricado para las carreras europeas Pro GT y las Supercar Series norteamericanas, donde demostró su carácter ganador. Ahora sale a subasta gracias a RM Sotheby's, que lo venderá al mejor postor el próximo 22 de mayo en Amelia Island, Florida (Estados Unidos).
Este mítico Porsche Carrera RSR 3.8, de apenas 1.000 kg de peso, recibe su potencia de un motor de seis cilindros atmosférico y refrigerado por aire Tipo 64/04 basado en el propulsor de 3,6 litros del 964.
Un auténtico bólido de carreras
Gracias a una preparación específica, que incluye el aumento de la compresión, el doble encendido, las válvulas de mariposa individuales para cada cilindro y la inyección electrónica de combustible Bosch es capaz de ofrecer una potencia oficial de 325 CV, pero en realidad, según sostiene RM Sotheby's, es capaz de entregar al menos 375-390 CV, con un par motor de 385 Nm.
Esto le permitía podía acelerar hasta los 100 km/h en 3,7 segundos y alcanzar los 180 km/h de velocidad punta.
Los registros de la fábrica indican que en 1993 se entregaron 49 unidades, además de un único coche de pruebas de preproducción y un coche de carreras de fábrica. En otoño de 1994, se construyeron otros cuatro coches, lo que supuso un total de 55, suficientes para satisfacer los requisitos de homologación de la FIA.
Menos de 15.000 km en el odómetro
Perteneciente a la primera hornada es esta unidad que apenas ha recorrido 14.793 km, según atestigua su odómetro, de los que 14 han sido los recorridos en los últimos cinco años, desde su restauración en 2016.
Este ejemplar se terminó de fabricar en abril de 1993, con un acabado en amarillo Speed Yellow y cuero sintético negro, y equipado con el paquete RSR 3.8, caja de cambios de cinco velocidades con deslizamiento limitado, carrocería con aspecto de Turbo, un depósito de combustible de 43 litros, neumáticos Pirelli, asiento de competición, llantas de competición RS Cup de 18 pulgadas y dirección no asistida.
Se entregó a Otto Altenbach, de Obermaier Racing, en Leverkusen (Alemania), con quien hizo cinco salidas registradas en la serie ADAC GT Cup.