Con una trayectoria destacada en la revitalización financiera de Bentley, Hallmark ha asumido el desafío de transformar las finanzas de Aston Martin tras haber sido nombrado CEO de la prestigiosa firma inglesa, la cual nunca ha destacado por su salud económica. En una entrevista con Automotive News, este directivo describió como “irresistible” la oportunidad de hacer que la empresa sea rentable de manera sostenible.
Sin embargo, Hallmark es consciente de la urgencia, pese a tratarse de un hito histórico: tiene que conseguirse en un lapso de 12 a 18 meses, en pos de contentar a los accionistas y, ya de paso, asegurar la continuidad y estabilidad del fabricante, sus empleados y sus espectaculares productos. Sin embargo, el nuevo y gran jefe de Aston Martin no espera los niveles financieros de Ferrari en ese tiempo. Sólo confía en orientar a la compañía hacia la eficiencia que merece.
El foco en la creación de valor sobre el volumen
A diferencia de estrategias centradas en aumentar las ventas, Hallmark enfatiza la importancia de mejorar la rentabilidad unitaria, es decir, por cada vehículo que fabrican, sin importar cuál. Para ello se inspira en el conocido modelo de Ferrari, que limita la producción para mantener la exclusividad y obtener altos márgenes de beneficio. “No digo que nuestro límite sea 7.000 coches anuales, pero no necesitamos el doble para ser una gran empresa y ofrecer beneficios.
El CEO ha explicado al citado medio de comunicación que pretende que haya un buen crecimiento en términos de volumen, pero que también quiere abordar muy seriamente la productividad y la estructura de costes de la Aston Martin para sanearla, algo que siempre ha tenido pendiente el productor de Gaydon. De entre todas las marcas de superlujo importantes del mundo es, con diferencia, la más dañada financieramente.
Estrategia de derivados para optimizar recursos
Tras el lanzamiento de cuatro nuevos modelos en apenas año y medio, justo antes de que Hallmark fuese nombrado director, Aston Martin experimentó una reducción de hasta el 40% en su capacidad debido a la desaceleración en la producción. Para evitar que este escenario se repita, su nuevo CEO propone enfocarse en variantes de los modelos existentes, similar a la estrategia de Porsche con el 911, su modelo estrella y, quizá, el deportivo por antonomasia.
“Debemos ser más realistas con los tiempos de los programas”, señaló. Y es que, mientras que el Aston Martin Vanquish de tercera generación introdujo aproximadamente 4.900 piezas nuevas sobre un total de 5.000, un derivado hubiese requerido apenas un centenar, lo que hubiera implicado una disminución en la complejidad. Es por eso que se habla de pasar de los lanzamientos a los “microlanzamientos” en el corto y medio plazo.
Esta nueva etapa incluirá, al menos, dos versiones adicionales del Valhalla de motor central. Aunque no se han revelado detalles específicos, se especula que una podría ser una variante descapotable y la otra una edición especial. Además, un factor favorable para Aston Martin es el crecimiento del número de sus clientes potenciales. Según la marca, la cantidad de personas que pueden permitirse estos vehículos ha aumentado significativamente en los últimos años.