Con un precio de 386.752 euros, el nuevo KTM X-Bow GT-XR no es un regalo, pero es uno de los pocos coches que puede afirmar que es básicamente un coche de carreras matriculable.
Si damos un repaso a sus cifras, son excepcionales. El KTM X-Bow GT-XR es capaz de alcanzar los 280 km/h y de pasar de 0-100 km/h en poco más de 3 segundos. En realidad, lo que hay bajo la piel de este bólido matriculable no es otra cosa más que un KTM X-Bow GT2 de circuito, pero con todo lo necesario para homologarlo y poder llevar matrículas en el día a día.
KTM X-Bow GT-XR: 500 CV y fibra de carbono
El KTM X-Bow GT-XR está fabricado sobre un monocasco de fibra de carbono al que se ancla el motor de 500 CV de potencia y unas suspensiones de competición junto con un cambio automático secuencial y el sistema de propulsión a las ruedas traseras. El peso del conjunto no llega a las 1,4 toneladas y su puesta a punto dinámica es la de un coche de carreras.
Su motor 2.5 turbo procede del grupo Volkswagen, lo mismo que la caja de cambios y pese a sus 500 CV, gracias al bajo peso y buena aerodinámica, homologa un consumo de 9,1 l/100 km, de modo que es capaz de rozar los 1000 km de autonomía gracias a su enorme depósito de combustible, propio de un coche de carreras de resistencia, con más de 90 litros de capacidad.
Como buen coche homologable, el KTM X-Bow GT-XR dispone de maletero, aunque éste es pequeño con 160 litros de capacidad, poco más de lo que ofrece un Smart ForTwo.
Nuevo KTM X-Bow GT-XR: sin distracciones
En el interior no hay espacio para nada superfluo, más allá de la guantera en la que guardar la documentación. Un display digital __nos muestra toda la información que necesitamo__s para mantener bajo control los parámetros de esta bestia.
En la consola central no hay sitio para una pantalla que nos distraiga, aunque no han perdido la ocasión de poner un soporte para el teléfono móvil.