La Clase S de Mercedes-Maybach es el súmmum del lujo y de la elegancia. De hecho, junto a las criaturas de Bentley, es de los poquitos modelos que pueden rivalizar de tú a tú con los todopoderosos Rolls-Royce. Sin embargo, cuando a los de Stuttgart les da por rizar aún más el rizo puede incluso que el resultado deje atrás a cualquier versión actual de la prestigiosa doble R. Quizá el mejor ejemplo de ello acabamos de conocerlo con el nuevo Mercedes-Maybach Haute Voiture.
Esta edición especial y limitada a 150 unidades se inspira en la Alta Costura y, como os podéis imaginar, está construida con los mejores materiales, con una mano de obra exquisita y mostrando perfectamente el aura que representa la submarca más distinguida de la firma de la estrella. Sus detalles específicos, entre los que destacan el acabado de pintura bicolor (una combinación de azul náutico metalizado en la parte superior con un tono rosa brillante en la parte inferior) y el tejido bouclé interior de alta calidad, le colocan como la versión definitiva para los coleccionistas y usuarios de las más altas esferas de la sociedad.
Entre su equipamiento adicional con respecto a un Maybach S "estándar" también sobresalen las alfombrillas de lino y mohair, los emblemas de Haute Voiture o las copas de champagne en color rosa dorado. Por supuesto, como el buque insignia que es, va hasta arriba de tecnología con el sistema MBUX personalizado para la ocasión y los innumerables asistentes de nueva generación que ya incorporaba el Clase S 2022.
Un corazón de ballena
En cuanto a mecánica, sigue presente bajo el capó el formidable V12 de 6 litros con hasta 612 CV de potencia y 900 Nm de par. La fuerza se envía a ambos ejes motrices por medio de una transmisión automática de nueve relaciones y del tipo convertidor de par. Prestaciones no faltan... y el confort a bordo está diseñado para que emane a raudales.
Ah, por cierto, los 150 afortunados que logren llevarse a su garaje semejante joya serán agraciados también con una exclusiva colección de bolsos y maletas de viaje a juego con el S 680... ¡Quién fuera rico!
