La gama del Clase S parece que se va completando porque hasta el momento nos faltaba la versión más radical, prestacional y, de paso, eficiente. Pues bien, aquí la tienes y tendrás que aprenderte el nombre porque se llama: AMG S 63 E-Performance. Para que te hagas una idea, es lo más parecido a un avión privado pero circulando por el asfalto pues en sus 5,34 metros de carrocería (solo se podrá adquirir con la batalla larga y con la configuración interna de 4 asientos) es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3,3 segundos y de conseguir una punta de velocidad de 290 km/h (pidiendo que te lo desbloqueen porque si no, está limitada a 250 km/h).
Prestaciones que consigue gracias a un conjunto motor que le convierte en el Clase S más potente de todos los tiempos. ¿Cómo lo consigue? Combinando el ya contrastado motor V8 biturbo de 4,0 litros puesto a punto por los chicos de Affalterbach, que ya de por sí declara la nada despreciable cifra de 612 CV y 900 Nm de par, con otro eléctrico de 188 CV para, agárrate a donde estés, generar 802 CV y nada menos que 1.430 Nm de par. ¿Ahora entiendes porque podríamos decir que vuela en lugar de rueda, verdad?
Dicho esto, a nivel dinámico no le falta, obviamente de nada pues a modo de resumen te decimos que equipa suspensión neumática, las barras estabilizadoras electromecánicas, el eje trasero direccional, los frenos carbocerámicos mordidos por pinzas de seis pistones en el eje delantero, etc. ¡Ah! Y la guinda la pone además el hecho de que podrás circular en modo 100% eléctrico gracias a la batería de 13,1 kWh de capacidad. La limitación, eso sí, viene determinada por la autonomía en este modo que se queda en 33 km y que no le dota de la etiqueta CERO sino de la ECO por estar por debajo de los 40 km. A ello se suman cuatro niveles de retención en las fases de frenada así como otros dos de corte deportivo (Sport y Sport Plus). Por cierto, admite cargas hasta de 3,7 kW.
Detalles propios
En lo que respecta a su estética mantiene el halo exclusivo propio del Clase S de Mercedes-Benz pero enfatizando el toque deportivo gracias a los elementos que aportan las siglas AMG. Así, en el exterior tenemos un coche con un frontal mucho más poderoso gracias a los paragolpes sobredimensionados y a la característica parrilla Panamericana. Las llantas pueden llegar a las 21 pulgadas mientras que en la zaga sobresalen las dos gigantescas tomas de escape doble de aspecto trapezoidal.
En el habitáculo se mantiene el entorno digital que casi nos traslada a una época futura combinándolo con el toque deportivo de la fibra de carbono, el tapizado de los asientos o los menús específicos del sistema de infoentretenimiento MBUX con cuadro de instrumentos digital y pantalla central. Del precio Mercedes-Benz no ha dicho nada aún pero ya te confirmamos que barato no va a ser.