Gracias a la turboalimentación, el motor de gasolina de 3,0 litros y seis cilindros en línea del Land Rover Defender de serie produce 400 CV y 550 Nm, pero Manhart no le parecen suficientes y ha aumentado sus prestaciones mediante la reasignación del software de control del motor.
Con ello, ha logrado incrementar la potencia hasta unos impresionantes 512 CV y 710 Nm, lo que sitúa a la altura de la versión más potente de la gama Defender, el V8 sobrealimentado de 5.0 litros.
En cuanto al chasis, se ha optimizado la suspensión neumática de fábrica y el vehículo se sitúa ahora 30 milímetros más bajo, algo que se ha conseguido gracias a la electrónica y mediante el uso de barras de acoplamiento. En este sentido, Manhart también puede proporcionar una mejora de los frenos si se solicita.
Visualmente, el DP500 de Manhart estrena un nuevo juego de neumáticos de brutales dimensiones (295/30Z R24) sobre llantas Forged Line de 24 pulgadas. También hay una opción más pequeña, de 22 pulgadas, con un acabado negro y una tira de adorno dorada sobre neumáticos 295/40 R22.
Aparte de esto, tenemos unos pasos de rueda ensanchados del color de la carrocería que dan al DP 500 unos hombros significativamente más anchos en comparación con el Defender. Otros cambios exteriores son la nueva cubierta del motor y las franjas decorativas plateadas que contrastan con la carrocería negra.
Por último, Manhart perfecciona el habitáculo con un interior de cuero y Alcantara de alta calidad con detalles personalizables. También hay un conjunto de asientos delanteros Recaro Manhart ErgoMed de accionamiento eléctrico con calefacción y refrigeración para el conductor y el pasajero delantero y airbags integrados.