Cuando uno siente pasión por una marca con tanta historia como Lancia hace todo lo posible para mantenerla viva. Eso es lo que pretende el carrocero italiano Automobili Amos pues ya hace algo más de tres años nos presentó el Lancia Delta Futurista del cual fabricó cerca de 20 unidades cada una con un precio de 300.000 euros. Pues bien, ahora vuelve a la carga otra vez con el Delta pero esta vez denominándole Lancia Delta Safarista.
En este caso, se trata de un restomod de competición ya que su base no es otra que el Delta Integrale 16V que maravilló a una generación__ y que ahora 10 afortunados que tenga cerca de 600.000 euros en la cuenta y no sepan qué hacer con ellos (quizá hayan ganado la Lotería de Navidad), podrán llevarse esta preparación tan extrema.
Radical es poco
Si nos centramos en las modificaciones externas encontramos, lo primero, una carrocería reconvertida a tres puertas realizada en fibra de carbono en la que también se han incluido diferentes elementos como los paragolpes recortados, guardabarros cuadrados, un capó abultado con varias salidas de ventilación y un gran alerón trasero. Si lo comparamos con el Futurista, el Safarista aumenta el recorrido y la altura de su suspensión al tiempo que equipa, lógicamente, unos neumáticos pensados para la conducción fuera pista.
De puertas para dentro lo que llama la atención es la supresión de todo lo superfluo y lo que no sea necesario. En su lugar observamos un volante de competición extraíble, dos asientos de tipo bacquet con areneses de cuatro o cinco puntos, freno de mano al estilo de un coche de rallies, un tablero minimalista y una jaula antivuelco en la que hay colocada en su zona trasera una rueda de repuesto y un extintor de incendios.
En cuanto al motor, el bloque de 2,0 litros turbo que llevaba el Integrale ha sido actualizado y modificado equipando un nuevo sistema de refrigeración para el agua y aceite así como un sistema de admisión K&N. Los frenos (con pedales de competición) también han sido recalibrados así como la suspensión ajustable. La caja de cambios es una secuencial que monta varios diferenciales derivados del mundo de la competición mientras que el chasis se ha reforzado para cumplir con la reglamentación del Grupo A de rallies.
Según la empresa, el programa Safarista está ofreciendo a sus clientes “una experiencia no competitiva, que les permita alcanzar con seguridad sus límites y los de su automóvil, rodeados de contextos naturales increíbles desde el anillo de hielo de Suecia hasta las dunas de Arabia”.