Una vez que los humos parecen haberse apaciguado por completo ante el hecho de que Lamborghini sacara al mercado un SUV gracias a la demostración de sus capacidades tanto dinámicas como, incluso, todoterreneras, la firma italiana da una vuelta de tuerca más al que ya es uno de sus modelos más exitosos en ventas. Y es que la firma de Sant’Agata Bolognese parece no estar conforme con el hecho de ser ya la que posee uno de los SUV de altas prestaciones más rápidos del planeta y por ello acaba de sumar el apellido Performance al Urus.
En palabras de la propia Lamborghini, el Urus Performance se ha diseñado para llevar el “rendimiento supremo y la apariencia distintiva al siguiente nivel”. Dicho y hecho porque esta versión no solo se distingue equipar un parachoques delantero más agresivo en consonancia con el capó (disponible también en fibra de carbono) o las salidas de aire. En el lateral, ese aire coupé está más marcado con las exuberantes taloneras, las vías ensanchadas, una altura del chasis rebajada en 20 mm o unos neumáticos Pirelli Trofeo R desarrollados específicamente para el modelo montadas sobre llantas hasta de 23 pulgadas. Por su parte, la zaga destaca por el gigantesco difusor realizado en fibra de carbono en el que se incrusta un escape de titanio firmado por Akrapovic. Elemento que eclipsa al escueto alerón colocado sobre el portón.
Un Urus de récord
Menos extravagante es el ya de por sí llamativo interior pues en este Urus Performance lo más llamativo es el empleo de materiales como el Alcantara que sustituye al cuero del resto de Urus y resulta ser más liviano. Un detalle importante porque el uso masivo de la fibra de carbono y de materiales ligeros se combina con una aerodinámica mucho más trabajada que consigue mejorar la eficiencia del vehículo en casi un 10% frente a un Urus convencional. De hecho, el alerón antes comentado genera casi un 40% más de carga aerodinámica sobre dicho eje.
A todo ello se suma una dinámica de conducción considerablemente mejorada gracias, entre otros, a la suspensión neumática que equipa de serie y que monta amortiguadores 14 kilos más livianos, una dirección recalibrada o unos muelles más firmes tanto delante (nada menos que un 99% delante y un 51% detrás) para incrementar la sensación de deportividad. Se mantienen los programas de conducción conocidos en Lamborghini a los que se suma uno completamente nuevo denominado Rally especialmente útil para superficies con menos agarre como puedan ser la tierra o la grava.
La guinda al pastel la pone el V8 biturbo que lo anima, que ha sido ligeramente modificado para incrementar su rendimiento. Pasa de 650 a 666 CV dejando el par máximo en 850 Nm. Sin embargo, gracias al trabajo general en peso y aerodinámica, este Urus Performance consigue mejorar la velocidad punta hasta los 306 km/h y rebajar en tres décimas el paso de 0 a 100 km/h parando ahora el crono en los 3,3 segundos que se convierten en 1,3 segundos menos en el 0-200 km/h. Así no es de extrañar que el Urus Performance se haya convertido en el SUV de altas prestaciones más rápido en subir a Pikes Peak con un tiempo de 10:32,064 minutos lo que implica haber rebajado en casi 20 segundos al del anterior modelo.