A la cita no faltaron ni el Canciller alemán Konrad Adenauer ni su ministro Ludwig Erhard, considerado el arquitecto del milagro económico. Después de todo, el grupo Adam Opel AG escenificaba en el mundo del automóvil lo que vino a ser la recuperación económica en la Alemania de posguerra.
Un Opel de récords
Si el predecesor del Rekord, el Olympia, catapultó a la marca de Rüsselsheim en el año 1963 a la posición de mayor fabricante de automóviles europeo, el nuevo modelo estaba llamado a convertirse en el número uno de la categoría intermedia y, al mismo tiempo, hacer carrera como éxito de ventas en el ámbito de las exportaciones. El Rekord hizo honor a su nombre y superó todas las expectativas puestas en él. Lo que el Escarabajo de VW a los utilitarios eso fue el Rekord para la clase media, convirtiéndose en la berlina de 1,7 litros más fabricada del mundo.
En 1972 el Rekord volvió a convertir a la marca alemana en el mayor fabricante de automóviles alemán; algunos modelos especiales como el Maharadscha con su equipamiento de lujo aceleraron los éxitos en la categoría media y, de esta forma, hasta 1986 más de ocho millones de unidades de este superventas abandonaron las cadenas de montaje de los centros de producción de la marca. Y todo ello a lo largo de ocho generaciones y en cuatro continentes. Un éxito que Opel no pudo perpetuar con su sucesor, el Opel Omega.
Una clase media muy popular
Con el Rekord la casa Opel se convirtió en la fundadora de la popular clase media. Hasta bien entrada la década de 1960 el asequible Opel Rekord mantuvo estoicamente su posición de automóvil más vendido en Alemania por detrás del Escarabajo de VW. Esto fue posible gracias a unos motores indestructibles, unas líneas creativas orientadas al estilo americano, una variedad de carrocerías única, así como numerosas versiones especiales y modelos exclusivos.
En los años 50 los conductores de Opel y la opinión pública en general aguardaban las revisiones anuales de este modelo con la misma expectación con la que hoy en día se espera ver la alineación del equipo de fútbol nacional antes de un gran partido internacional. Todo ello tuvo su culmen absoluto a finales del verano de 1957 cuando el Olympia Rekord P1 con cristales panorámicos provocó un levantamiento popular ante los escaparates de los concesionarios de Opel, algo que hoy en día sigue considerándose un evento único en la historia del automovilismo.
Un coche de ensueño asequible
Este Opel moderno, descrito por la prensa especializada y por el público como un mini Buick, era un coche de ensueño asequible, un coche que trasladaba el brillo y el glamour de EE. UU. a los grises años de la reconstrucción. Cuando los primeros Rekord con ventanillas panorámicas hicieron su aparición en las calles de las ciudades, los viandantes se arremolinaban a su alrededor para poder observarlos de cerca. No sorprendió, por tanto, que poco después Opel decidiera trasladar la nueva línea de diseño al Kapitän del año 1958, fracasando estrepitosamente en el intento. Fueron unos años muy agitados.
En la década de 1950 la sociedad automovilística presentaba una jerarquía bastante rígida: en la parte inferior de la pirámide se encontraban los utilitarios más pequeños y las scooter, por encima de ellos el Escarabajo de VW, a continuación el Opel Rekord para emprendedores de éxito y como colofón el Opel Kapitän y los Mercedes-Benz. Entre medias de unos y otros se encontraban todos los demás: Ford, Borgward o marcas de importación.
La línea de la razón
La primera vez se rompió esta estructura fue con motivo de la presentación de una nueva berlina procedente de Colonia. La denominada «línea de la razón» de 1960, el Ford 17 M con carrocería aerodinámica, logró incluso situarse durante un breve espacio de tiempo en la primera posición de la categoría intermedia. Gracias a esta gama de modelos calificada cariñosamente por el público como la «bañera», Ford Deutschland se convirtió en un importante rival para los de Rüsselsheim en las categorías superiores.
Aunque Volkswagen tampoco quiso quedarse atrás e intentó plantarles cara con los modelos VW 1500/1600. Una competencia que ahogaba a Opel y contra la que el Rekord P1 apenas podía luchar una vez entrada la década de 1960. Una situación que tampoco pudo revertir el extravagante Coupé con enorme compartimento de almacenamiento y conocido popularmente como el «maletero sobre ruedas».
Estilo Corvair y Caravan
El Rekord A presentado en 1963 con un estilo muy similar al del Chevrolet Corvair volvió a recuperar los años de esplendor, en ese momento incluso con un representativo seis cilindros en la versión tope de gama. Mientras tanto, otra tradición de Opel –los espaciosos familiares «Caravan»– luchaba con éxito contra la competencia de los VW 1500/1600 Variant. Con 376.000 unidades fabricadas, en 1964 la producción del Rekord alcanzó de un nuevo récord histórico.
Las elegantes formas del Rekord gustaban, y no solo en Europa, lo que le permitió hacer carrera más allá de las fronteras alemanas e incluso en líneas de montaje extranjeras. Así, el Rekord C presentado en 1966 comenzó a abandonar las cadenas de montaje en Bélgica, Suiza, Sudáfrica y Sudamérica con las denominaciones Ranger o Chevrolet; más adelante, el Rekord D (1972) llegó hasta Irán como Chevrolet Royale y hasta Corea como Shinjin Rekord. Finalmente, los de Rüsselsheim hicieron entrega del bastidor a los fabricantes británicos Vauxhall Victor y Ventora, los cuales llegaron incluso a orientarse en las líneas maestras del Rekord a la hora de concebir sus propios modelos.
Crónica
1935: Presentación mundial del Opel Olympia con la primera carrocería autoportante completamente de acero.
1953: En marzo de este año, y coincidiendo con la celebración del IAA de Fráncfort, se estrena el Olympia Rekord como sucesor del Olympia.
1954: Nueva luneta trasera más grande y otra parrilla.
1955: Revisión con una nueva parrilla.
1956: Revisión a fondo con una línea de techo más baja, otra parrilla y elegantes elementos cromados.
1957: En agosto comienza la producción del Olympia Rekord P1, cuyo debut tuvo lugar el mes siguiente en el IAA de Fráncfort. La carrocería del estilo de los coches de ensueño americanos con ventanillas panorámicas es considerada en Alemania como el prototipo de la elegancia automovilística.
1958: Embrague automático «Olymat».
1959: Nuevo modelo de acceso denominado Opel 1200 como versión económica del Olympia Rekord y predecesor del Kadett. Fabricación hasta diciembre de 1962.
1960: En agosto comienza la fabricación de la serie Rekord P II en las variantes berlina de dos puertas y Caravan. En diciembre llega la berlina de cuatro puertas.
1961: A partir de agosto comienza a llegar a los concesionarios el Rekord Coupé.
1962: Nuevo modelo tope de gama –Rekord L– en junio.
1963: Lanzamiento al mercado del Rekord A en marzo y comienzo del desarrollo del Rekord C. La versión Caravan del Rekord A llega en mayo, el furgón en junio, el Rekord L en agosto y el Rekord Coupé en septiembre.
1964: En marzo hacen su aparición el Rekord L-6 y el Coupé 6 con motores de seis cilindros.
1965: En julio se suspende la producción del Rekord A. En agosto se presenta un Rekord A revisado con la denominación Rekord B y una nueva generación de motores destinada al Rekord C.
1966: En agosto llega a la calle el Rekord C. A partir de diciembre en versión coupé de techo duro y con un motor de seis cilindros.
1967: Hasta 1971, y sobre la base del Rekord Coupé y del Commodore Coupé, el carrocero Karl Deutsch (Colonia) fabricó descapotables de 2+2 plazas que se distribuyeron a través de la red de concesionarios Opel. Se estrena el Rekord Taxi con una mayor distancia entre ejes. En el Salón de Ginebra se presenta el Commodore 2500. Disponible entre mayo de 1967 y agosto de 1968 con un motor de 2,2 litros a un precio inferior. En noviembre, lanzamiento de tope de gama, el Commodore GS. El Rekord Sprint completa la zona alta de la gama de modelos Rekord.
1969: Aumento de potencia para el Commodore con motor de 2,5 litros. Revisión a fondo de todos los Rekord y Commodore.
1970: En el Salón de Ginebra debuta el Commodore GS/E con inyección eléctrica de gasolina como nueva versión superior de la gama de modelos. Adicionalmente se incorpora a la familia el Commodore 2800 con el motor del Opel Admiral. En septiembre se suprime la moderna pintura bicolor para el Rekord, aunque a cambio se incluye un techo de vinilo opcional.
1971: En verano hace su aparición un modelo exclusivo: el Rekord Holiday con faros adicionales, techo corredizo de acero y luneta trasera calefactable. El 6 de septiembre abandona la cadena de montaje el Opel número diez millones, un Rekord C. En diciembre comienza la producción del Rekord C.
1972: En enero se pone fin a la producción Commodore A, cuyo sucesor será el Commodore B. Además, en enero tiene lugar la presentación del Rekord D y del Rekord II como sucesores del Rekord C. El Salón de Ginebra sirve de escenario para la presentación mundial del Commodore. A partir del verano se puede encargar el Rekord como primer automóvil Opel con motor diésel. Opel es el mayor fabricante de automóviles alemán con una cuota de mercado del 20,4%.
1973: En enero se realizan pequeñas modificaciones como nuevos tiradores para las puertas y algunos botones en el salpicadero. En octubre se incorporan frenos de disco más grandes y listones de protección lateral en PVC opcionales.
1974: En septiembre, y coincidiendo con el nuevo modelo, se incorpora una línea de equipamiento denominada «Berlina» tanto para la berlina como para el coupé.
1975: Revisión de la oferta de motorizaciones en marzo. Además, se presenta el modelo especial «Maharadscha». En septiembre se monta un nuevo motor de 2,0 litros.
1976: Modelo especial Commodore Special con equipamiento más sencillo.
1977: Fin de la producción en junio. En el IAA se estrenan a nivel mundial los sucesores: el Rekord E y el Commodore C.
1978: Arranca la serie Commodore C.
1982: En agosto se suspende la producción del Rekord «E1». A finales de octubre se presenta el Rekord «E2» completamente renovado con una ligera forma de cuña.
1985: En versión 1.8i con catalizador de tres vías regulado. De forma opcional el Rekord también se puede encargar con ABS.
1986: El nuevo Omega sustituye al Rekord.
Algunas cifras de producción
En total, 581.922 Olympia Rekord (1953-1957).
En total, 817.003 Olympia Rekord P1 (1957-1960).
En total, 67.952 Opel 1200 (versión base del Olympia Rekord) de 1959-1962.
En total, 787.684 Rekord P2 (1960-1963).
En total, 1.184.075 Rekord A y B (1963-1966).
En total, 1.276.681 Rekord C (1966-1971).
En total, 156.330 Commodore A (1967-1971).
En total, 1.128.196 unidades del Opel Rekord D (1972-1977).
En total, 140.827 Commodore B (1972-1977).
En total, 967.064 unidades del Opel Rekord E 1 (1977-1982).
En total, 80.521 Commodore C (1978-1982).
En total, 487.193 unidades del Opel Rekord E 2 (1982-1986).
Además de versiones especiales y del Rekord fabricado en el extranjero.
Más de un millón de unidades
El Rekord C logró realmente batir todos los récords: en algo más de cinco años los de Rüsselsheim fabricaron aproximadamente 1,3 millones de unidades de este modelo de éxito. De esta forma, Opel vendía por primera vez más de un millón de unidades de una única gama de modelos. Esto fue posible gracias a unas sugerentes líneas creativas al más puro estilo de los muscle cars norteamericanos, una variedad de carrocerías única para la época, así como numerosas versiones especiales y modelos exclusivos.
En la categoría superior el que arrasaba era el Commodore, una versión de lujo del Rekord presentada en 1967. Con potentes motores de seis cilindros y muchos adornos cromados no solo cerraba la brecha entre el Rekord y el Kapitän, sino que el Commodore –capaz de alcanzar casi los 200 km/h– también logró plantar cara con éxito a las berlinas premium como el Mercedes 250 y el NSU Ro 80.
Primer diésel y muchos modelos especiales
En septiembre de 1972 el Rekord D sumó a su larga trayectoria una variante de motor que resultó galardonada a pesar de su diseño. El primer diésel de Opel advertía de su forma de trabajar a través de una horrible «joroba» en el capó. Debajo de esta abombamiento en la chapa del Rekord 2100 D se escondía un motor diésel que desarrollaba 60 CV y con el cual la berlina alcanzaba los 100 km/h en 23,5 segundos y rodaba a una velocidad de 135 km/h. Estas cifras iban acompañadas de un consumo homologado bastante reducido para la época: 8,7 litros a los 100 kilómetros.
En 1976 Opel logró batir otro récord de producción anual al fabricar un total de 921.696 unidades, éxito que debía en gran medida al Rekord. Para ello el modelo de 1975 fue sometido a una importante revisión. Además de una motorización superior de 2,0 litros y el equipamiento opcional más lujoso denominado «Berlina» fueron sobre todo los económicos modelos especiales como el «Ferien Rekord», el «Sport Rekord», el «Hit Rekord», el «Top Rekord» y las variantes «Maharadscha» y «Millionär» los que le permitieron mantener su popularidad intacta.
Óxido en todas las piezas
Cuando a finales del verano de 1977 este superventas dejó paso a sus sucesores –el Rekord E y el Commodore C–, su aspecto era aún más moderno. Este clásico parecía envejecer prematuramente debido al óxido típico de la época que invadía casi todas las piezas de la carrocería.
Sin embargo, la última generación del Rekord no tuvo muchos problemas con esto. Con su forma de cuña y una línea aerodinámica el Rekord E dio las primeras pinceladas al camino que seguirían los automóviles en los años 80, y pese a que sus rivales eran cada vez más numerosos siguió siendo la berlina de cuatro cilindros más exitosa de su categoría. En 1985 este gran Opel logró adjudicarse un hito más: en su versión de 1,8 litros se situó entre los pioneros en la introducción del catalizador de tres vías regulado. Muchos sintieron un gran pesar cuando en agosto de 1986 el Rekord abandonó definitivamente las cadenas de montaje para dejar paso a su sucesor, el Opel Omega. (mg/sp-x)
