Pagani ha revelado su descapotable más potente de la historia: se trata del Imola Roadster, un “aparato” preparado para circuito que declara 850 CV y 350 km/h de velocidad punta (que podría ser más si no estuviera limitada electrónicamente).
Lo primero que se nos clava en el cerebro cuando vemos este Pagani Imola Roadster es su kit de carrocería, con una prominente toma de aire que brota de la cubierta del motor, unas enormes rejillas de ventilación en la parte inferior del parachoques y un par de aletas tras los asientos para mejorar la aerodinámica.
Por encima de los 5 millones de euros
Para hacer honor al hecho de que el Imola Roadster es el descapotable más potente que la empresa ha fabricado nunca, se cuenta con un motor V12 biturbo de 6.0 litros, fabricado por Mercedes-Benz, que desarrolla 850 CV y unos impresionantes 1.100 Nm de par. Gracias a él, y su reducido peso en vacío, apenas 1.260 kilos, el Roadster pasa de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos y alcanza una velocidad máxima limitada a 350 km/h.
Como era de esperar, el Imola cuenta con carrocería de fibra de carbono y subchasis de acero al cromo-molibdeno ligero. Incluso la pintura ha estado a dieta: el sistema de aplicación Acquarello Light de Pagani ahorra 5 kg respecto a una pintura convencional.
El Imola Roadster monta una caja de cambios secuencial de siete velocidades, un diferencial de deslizamiento limitado controlado electrónicamente, amortiguadores ajustables, un escape con revestimiento cerámico y llantas escalonadas de 21 pulgadas (delante) y 22 pulgadas (detrás) fabricadas en Avional, una aleación de calidad aeronáutica. La frenada corre a cargo de frenos carbonocerámicos Brembo accionados por pinzas de seis pistones delante y de cuatro pistones detrás.
En el interior, encontramos asientos de fibra de carbono con arnés de cuatro puntos, molduras de madera de fibra de carbono y un equipo de sonido de siete canales mejorado con altavoces bass reflex ocultos en los paneles de las puertas.
Solo se fabricarán 8 unidades a un precio que, de seguro, superará los casi 5 millones de euros que cuesta el Imola de techo cerrado.