Europa prohibirá la venta de turismos y comerciales ligeros nuevos con motores de combustión a partir de 2035. Según la UE, es un paso esencial que hay que dar para lograr el objetivo de neutralidad de carbono en 2050. Ahora bien, esto no solo implica la desaparición en esa fecha de los coches diésel y gasolina, sino también de los híbridos, híbridos enchufables y microhíbridos. Es decir, de 2035 en adelante, los fabricantes solo podrán comercializar modelos de cero emisiones (eléctricos de batería, de hidrógeno, de pila de combustible o térmicos alimentados por combustibles sintéticos limpios.)
Con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, los eurodiputados han aprobado la decisión que pretende electrificar por completo el Viejo Continente para mediados de siglo. No obstante, la norma no impedirá a quien tenga un vehículo térmico usarlo después de 2035. Tampoco afectará a las ventas de ocasión, que podrán seguir llevándose a cabo.
Los eléctricos se impondrán
Entre todas las alternativas sin emisiones, parece que la que se impondrá entre la mayoría será la tecnología eléctrica de batería. Como argumentos, Bruselas apunta a que el coste de propiedad será menor que el de los demás y a que el precio de los BEV irá disminuyendo progresivamente hasta equipararse al de los térmicos actuales. Además, de aquí a entonces se habrán logrado mejores autonomías y se habrá optimizado la infraestructura de carga.
"Este reglamento impulsará la fabricación de vehículos de emisión cero o de baja emisión. Incluye una revisión ambiciosa de los objetivos para 2030 y 2035, esencial para alcanzar la neutralidad climática en 2050 a más tardar. Estos objetivos aportan claridad a la industria automovilística y estimulan la innovación y la inversión entre los fabricantes de coches. Comprar y conducir coches limpios será más barato y aparecerá antes un mercado de segunda mano. La conducción sostenible estará por fin al alcance de todos", comenta el eurodiputado neerlandés Jan Huitema.