No obstante, hasta el momento se trata aún de estudios que pretenden demostrar cómo debería ser una conducción de cero emisiones.
Twizy
De las cuatro novedades de Renault, el Twizy Z.E. Concept es posiblemente el vehículo más extravagante que pudieron contemplar los asistentes al Salón del Automóvil de Fráncfort. Este coche de 2,30 metros de longitud y tan sólo 1,13 metros de ancho es una solución de movilidad urbana y ofrece a sus dos ocupantes, en posición tándem, un espacio relativamente cómodo. Con tan sólo tres metros, el Twizy presenta un radio de giro sin precedentes entre los vehículos de cuatro ruedas y augura grandes ventajas a la hora de maniobrar entre el caos de una gran ciudad. Los inconvenientes se desvelan en el apartado de transporte de equipaje. En total, sólo podemos cargar 66 litros repartidos en cuatro compartimentos.
En el plano de la seguridad tanto activa como pasiva existen algunos elementos que prometen. Junto con el centro de gravedad bajo, gracias a la posición de montaje del motor y de las baterías de iones de litio, encontramos las barras laterales con airbags integrados, una célula de seguridad y cinturones de seguridad de cuatro puntos. Con sus 20 CV, el motor eléctrico desarrolla una potencia similar a la de una moto de 125 c.c., aunque cojea un poco en lo que respecta a la velocidad punta (75 km/h). Sin embargo, en el aspecto de la aceleración el Twizy gana por goleada, ya que sus 70 Nm sólo los desarrollan las motos de gran cilindrada. Con estas características, el insólito biplaza de Renault pretende lograr un rendimiento más que ágil sin ningún tipo de emisiones. Con un peso de 420 kilogramos, su autonomía alcanza los 100 kilómetros y el tiempo de carga, siempre según Renault, será de tres horas y media como máximo. En 2011 debería estar disponible este modelo de serie.
Zoe
Mucho más alejado de la realidad se encuentra el Zoe Z.E. Concept. Este simpático prototipo rezuma futuro por todos sus poros. La apertura de las puertas laterales ya hace que los asistentes al Salón del Automóvil se queden boquiabiertos. La puerta del conductor bascula hacia arriba, lo que nos recuerda a las particularidades de un Lamborghini. El techo, dividido en dos mitades de apertura lateral, permite acceder a la zona trasera, dejando al mismo tiempo el maletero al descubierto.
Ya en el interior, el espectador se encuentra con unos curiosos asientos individuales que bien tendrían cabida en una película de ciencia ficción. A pesar de todo esto, el Renault Zoe Z.E. Concept pretende demostrar lo interesante que puede llegar a ser un compacto de 4,10 metros de longitud.
Sin embargo, lo que resulta realmente interesante es la técnica utilizada en el Zoe Z.E. Así, este prototipo puede presumir de contar con una instalación fotovoltaica integrada en el techo. Un gel especial de poliuretano pretende proteger la carrocería en puntos de contacto neurálgicos de pequeños golpes al aparcar. En lugar de unos molestos espejos exteriores grandes y aerodinámicos según las directrices de la EU, este compacto dispone de dos cámaras de vídeo que observan el tráfico en la parte de atrás y reducen el valor Cw a 0,25.
De la propulsión se encarga un motor eléctrico de 95 CV. Gracias a sus baterías de iones de litio la autonomía alcanza los 160 kilómetros. A la hora de cargar las baterías, el conductor puede elegir entre un proceso rápido en terminales de recarga específicos (20 minutos), la carga estándar en una toma de corriente doméstica (de 4 a 8 horas) y un cambio de batería (tres minutos). La velocidad punta es de aproximadamente 140 km/h.
Fluence
La misma técnica se emplea en el tercer modelo de Renault. El Fluence Z.E. es una limusina familiar de 4,82 metros de longitud que, gracias a un ancho de casi 1,90 metros, también garantiza un interior de dimensiones amplias para los pasajeros. Sin embargo, no podemos decir lo mismo del equipaje. En el maletero tan sólo tienen cabida unos escasos 327 litros.
No obstante, para los ingenieros de Renault algo mucho más importante que mera capacidad de transporte era la sensación de bienestar que debía embargar a los clientes al observar y entrar en el Fluence. De esta manera, y gracias a sus formas orgánicas, la limusina del futuro emana una sensación de seguridad y calidez. El diseño del salpicadero se ha reducido a lo básico y carece prácticamente de botones e interruptores. Debido a su transmisión de una sola marcha, el Fluence está también exento de palanca de cambios.
Nuevos materiales, junto con la extremadamente buena aerodinámica del conjunto y el motor eléctrico, prometen ofrecernos un nivel acústico sin precedentes hasta el momento. Este prototipo de 1.600 kilogramos de peso encarna, según Renault, el futuro de la movilidad libre de emisiones sobre la carretera.
Kangoo
El Kangoo Z.E. pretende ser más un vehículo industrial en toda regla que la cara bonita de la familia. En el apartado técnico, este prototipo se basa en el conocido motor eléctrico del Zoe y el Fluente de 95 CV y un par motor de 226 Nm. Con sus escasos 3,95 metros de longitud, el Kangoo está pensado sobre todo para convencer a los trabajadores de a pie de las ventajas de cambiar a un vehículo eléctrico. Dado que, en la mayoría de los casos, estos coches sólo se mueven entre el tráfico urbano, la autonomía del Kangoo Z.E., de aproximadamente 160 km, resulta igual de buena que su velocidad punta de 130 km/h.
Las opciones de carga del Kangoo son las mismas que las descritas anteriormente. Al igual que en otros modelos Z.E. de Renault, un sistema de navegación especial a través del móvil nos permite calcular el trayecto más económico en términos energéticos, así como visualizar todos los terminales de recarga.
En principio, los vehículos eléctricos pretenden lograr un consumo energético mínimo. Así, las grandes superficies metálicas y los materiales especiales limitan las temperaturas extremadamente altas y frías dentro del habitáculo. Con ayuda de colectores solares situados en el techo, Renault pretende equipar el Kangoo con un nuevo sistema de regulación del calor cuyo objetivo es lograr, junto con el máximo confort posible, sobre todo un consumo de energía extremadamente reducido.
Veamos lo que sale de aquí...
Con los cuatro vehículos de cero emisiones, Renault nos ofrece una visión comprensible de lo que en aproximadamente tres años podría fabricarse en serie. Tenemos mucha curiosidad por saber qué parte de la técnica y del diseño se hace definitivamente realidad y, sobre todo, cuándo estará todo listo. (mb)
