Ahora, vuelve con el mismo dibujo elegante de la carrocería, adornado con un aspecto realmente potente y con muchas papeletas para ser tremendamente caro. Aunque ahora lo veamos en estas fotos oficiales, lo cierto es que no es la primera vez que vemos al Epítome “definitivo”. La primera vez, en la que ya era algo más que un concept-car, tuvo lugar en el Concours d' Elegance de Pebble Beach, en California. Allí tuvo lugar su primera aparición pública (hablamos de agosto de 2013) y la prueba causó un gran revuelo entre los asistentes, ansiosos por descubrir nuevas creaciones.
Con su diseño retro-futurista, este concept encajaría a la perfección en una película de Batman o de cualquier otro superhéroe de igual pelaje. Los dos tubos de escape dobles en la vista posterior son realmente espectaculares y quedan integrados en la parte central de la zaga bajo un pequeño difusor sin mayores intenciones que las meramente estéticas. En la vista lateral, destacan unos inusuales pasos de rueda así como las tres líneas que recorren la puerta y parte de la aleta delantera. La carrocería está realizada en carbono y pesa alrededor de 1,4 toneladas, con lo que la ligereza y la firmeza del chasis van de la mano como en la mayoría de coches ultradeportivos.
Hasta 1.750 cv de potencia
Bajo el capó, el Epítome garantiza un alto grado de dinamismo, principalmente debido a su tremendo motor V8 de siete litros (procedente del Corvette Z06) que gracias a dos turbocompresores consigue sacar un total de 1.200 cv. Esta potencia puede incluso aumentar si el conductor decide suministrar combustible de 110 octanos. De esta forma, se pueden reunir hasta 1.750 caballos de fuerza, lo que permite lograr un sprint en menos de tres segundos y velocidades tope por encima de los 400 km/h. Esta información sobre las prestaciones, de todas formas, no ha sido del todo precisada por Laraki.
En el interior, el propietario de este vehículo encontrará todo el lujo que merece, desde el cuadro de instrumentación y asientos forrados con cuero de color marrón hasta los relojes o el cuadro de instrumentación bastante futurista. En la consola central hay una pantalla de grandes dimensiones que probablemente cuente con las últimas novedades en cuanto a conectividad. Las enormes levas tras el volante son otro de los detalles de deportividad en un interior que, sin embargo, es bastante espartano en todo lo demás.
¿Y el precio? De momento no hay nada definido en cuanto a la inversión que deberá realizar cualquier magnate o jeque interesado en hacerse con una unidad del Epítome, pero probablemente estamos hablando de una cifra cercana a los 2.000.000 de euros.