Su silueta de gran berlina destila lujo y exclusividad a raudales y supone una especie de tanteo para valorar la reacción de posibles clientes que estuvieran interesados en un Bugatti de cuatro puertas y con capacidad para cuatro pasajeros. Según afirma Franz-Josef Paefgen, mandamás de la firma franco-italiana propiedad del grupo Volkswagen, el objetivo es crear “el automóvil de cuatro puertas más potente, veloz y con la mejor aceleración del mundo”. Incorporará el motor de 8 litros y 16 cilindros en W del Veyron, pero se desconoce la potencia que desarrollará en este modelo. La carrocería es de fibra de carbono, cuenta con tracción total y los discos de freno son cerámicos.
De su aspecto exterior, además del sistema de apertura del capó (mediante dos piezas que se abren lateralmente), destaca el frontal con forma de herradura característico de la marca junto con las prominentes entradas de aire y los grupos ópticos con diodos luminosos. En la línea lateral llama la atención el contraste bicolor entre el aluminio y el tono azulado predominante, y ya en la parte trasera sobresalen las nada más y nada menos ocho colas de escape, cuatro a cada lado del paragolpes.
En el interior, el lujo está presente por todos los rincones, “decorado” con cuero en tonos marrones e inserciones de madera. Resulta curioso por su simpleza y por diversos detalles como un reloj suizo del exclusivo fabricante Parmigiani, que puede ser extraído de la consola para, por ejemplo, colocarlo en la muñeca del propietario.