Tras el éxito del A3 Sportback, Audi amplía el concepto de cinco puertas a un segmento superior con un prototipo de líneas similares a las de berlinas muy deportivas como el Mercedes CLS o el Volkswagen Passat CC. Lo hace con un propulsor 3.0 turbodiésel muy respetuoso con el medio ambiente y un diseño que bien recordará a otros modelos de la compañía.
La mecánica diésel más limpia del mundo
Según la firma de los cuatro aros, el propulsor que monta el Audi Sportback concept es la mecánica diésel más limpia del mundo. Y es que los ingenieros alemanes han trabajado mucho en este V6 3.0 TDI, llegando a reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno hasta llegar prácticamente a cero. Para ello han puesto en marcha un buen número de medidas entre las que destaca la utilización de unos sensores en la cámara de combustión que permiten mejorar su funcionamiento.
Audi también ha diseñado un sistema de limpieza de los gases de escape que usa una solución acuosa biodegradable denominada AdBlue. Gracias a él ha conseguido reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno hasta en un 90 por ciento, cumpliendo los valores de emisiones de los cincuenta estados de EEUU y la normativa europea EU 6, que entrará en vigor en 2014.
El propulsor del Sportback concept también cuenta con otras cifras más que aceptables, con un consumo de 5,9 litros a los 100 kilómetros y unas emisiones de 156 gramos por kilómetro recorrido. Todo ello con una potencia de 225 CV y un par motor máximo de 550 Nm que le permiten empujar los 1.800 kilos de este Audi hasta los 245 km/h de velocidad punta y acelerar de 0 a 100 km/h en 7 segundos. Estos datos son posibles, en parte, gracias a la nueva caja de cambios S tronic de siete velocidades a la que está asociado.
Control continuo de la amortiguación
El Audi Sportback concept incorpora otras dos tecnologías encaminadas a reducir el consumo de combustible. Con una de ellas recupera energía en las fases de marcha por inercia para alimentar el generador y la batería de la red de a bordo sin apenas consumo, mientras que con la otra detiene y arranca el motor cuando el coche tiene pequeñas paradas en los semáforos. También incluye un sistema de control continuo de la amortiguación, que se va ajustando de forma continua de acuerdo con el programa seleccionado por el conductor a través del Audi drive select. Para ello tiene en cuenta tanto el estilo de conducción del piloto como el estado de la calzada.
Tras las llantas de 21 pulgadas, este prototipo esconde unos frenos cerámicos con una vida útil de hasta 300.000 kilómetros. En la parte delantera tienen un diámetro de 380 mm y cuentan con pinzas de aluminio monobloque de seis pistones, mientras que en las ruedas traseras el diámetro es de 356 mm y las pinzas son flotantes.
Pantalla MMI extraíble
En el interior del Audi Sportback destaca la amplitud que transmite el techo de cristal de gran tamaño, así como el predominio de la madera y el cuero. En el centro del salpicadero llama la atención el monitor MMI extraíble, que se despliega mediante un original sistema que primero lo pone en posición horizontal y luego en vertical. La carrocería tiene unas dimensiones de 4,95 metros de largo, 1,93 metros de ancho y 1,40 metros de alto. Cuenta con un diseño muy horizontal en el que destacan los grupos ópticos en LED y los espejos retrovisores exteriores, que están inspirados en la punta final de los reactores modernos. También llama la atención el nuevo dibujo de la parrilla singleframe en el frontal y el alargado portón y los cuatro tubos de escape en la trasera.