Hablar del Dodge Charger es hacerlo de uno de los muscle car más representativos de Estados Unidos. Quizá no llegue a la notoriedad de un Ford Mustang pero muchas son las andanzas de este modelo que salió por primera vez de la línea de producción de Dodge en 1969. Un coche que ha sido modificado innumerables veces por diferentes preparadores, sobre todo en sus versiones más modernas aunque ninguno había dado tanto en el clavo __como lo han hecho los chicos de Ringbrothers. __
El preparador asentado en Wisconsin recibió un Dodge Charger del 69 y a partir de ahí comenzó a obrar su magia para su cliente, Greg Murphy, piloto neozelandés ganador de 22 carreras en la Serie V8 Super Tourer y de 28 en el Campeonato de Supercars. Cierto es que fue el mismo el que comenzó a modificar pero para la finalización prefirió llevárselo a Ringbrothers.
Lo primero que hicieron fue bautizarle como Captiv (cautivo en inglés) para, posteriormente, desmontarle por completo y empezar de cero para convertirlo en un Charger del siglo XXI. Han dejado la carrocería casi intacta aunque la han pintado en un llamativo color Pile Up Yellow completamente personalizado. Monta ruedas HRE personalizadas con llantas de 19 pulgadas delante y 20 detrás mientras que el sistema de escape es completamente nuevo firmado por Flowmaster.
Dentro el resultado es más espectacular si cabe. Monta volante de fibra de carbono y aluminio creado expresamente por Ringbrothers en el que además se ha incrustado una bocina impresa en 3D, cuadro de instrumentos digital, pomo del cambio largo, asientos Recaro…, “un trabajo de años” como bien aseguró el propietario de Ringbrothers, Jim Ring.
Pero lo que a buen seguro más le gustará al propio Murphy será cuando lo arranque, porque bajo su alargadísimo capó se ha instalado el descomunal Mopar Hellcat V8 que rinde la nada despreciable cifra de 707 CV de potencia, acoplado a un eje de transmisión de fibra de carbono. La puesta a punto también incluye amortiguadores ajustables frenos Baer con pinzas de seis pistones y un juego de neumáticos Michelin Pilot Sport 4S. Del precio, no hay información, pero qué más da cuando solo lo va a poder disfrutar el propio Murphy.