En 1930, este diseño de Fritz Fiedler supuso una auténtica revolución en cuanto a aerodinámica, reducción de pesos y puesta a punto de las suspensiones. Tanto, que no supuso ningún esfuerzo conseguir la victoria en la categoría de dos litros de la Mille Miglia de 1938. Dos años después, BMW se hizo con el récord de velocidad media de esta competición después de que el 328 Touring Coupé registrara 166,7 km/h. Con el 328 Hommage, BMW quiere hacer un “revival” digno de todos estos logros interpretando cada una de las características que hacían especial a este modelo. Lo primero que han querido conseguir es un peso especialmente bajo (apenas 780 kilos) y por ello han utilizado casi de manera completa el plástico reforzado con fibra de carbono, un material mucho más moderno y completamente seguro ante los impactos. Aunque pueda parecerlo, esta tecnología no es sólo cosa de los prototipos; también se usa actualmente en modelos de producción como en el BMW M3 o M6 por su ligereza y rigidez.
Otro aspecto claramente heredado es el del parabrisas, una seña de identidad del 328 que, con un diseño asimétrico recuerda al de los primeros coches de competición y asigna un espacio de visión individual para el piloto y el copiloto. Tanto el diseño de los faros, de la parrilla estrecha y muy alargada, así como de las llantas, también están claramente inspirados en el modelo original.
Interior
Aparte de las inscripciones con el número “75”, el interior del 328 Hommage está repleto de reminiscencias con respecto a su antepasado, desde los cinturones de seguridad de cuatro puntos hasta los asientos ergonómicos forrados de cuero. La instrumentación sigue siendo igual de sencilla que entonces, y sólo aporta datos relativos a la temperatura y presión aceite así como a la temperatura del agua. Al lado del cuentavueltas, lo único que se ha añadido es un indicador de marcha y el control de la iluminación.
Eso sí, la adaptación a los nuevos tiempos ha llevado a que el Hommage cuente ahora con dos huecos especialmente diseñados para dejar iPhones, los cuales serán capaces a través de una aplicación especial de controlar el tiempo por vuelta en los circuitos y ofrecer un servicio de navegación GPS.
Bajo el capó del BMW 328 Hommage se esconde un motor 3.0, de seis cilindros alineados, aunque de potencia desconocida hasta el momento. El 328 original contaba con la misma arquitectura, aunque con dos litros de cilindrada, y desarrollaba 80 cv a 5.000 rpm.