Un fabricante de Londres (que puede llamarse concesionario en toda regla) acaba de abrir un escaparate donde el lujo se expone en miniatura. Con toda seguridad, es más que probable que sus Aston- Martin atraigan a más adultos que a niños. El nombre de este distribuidor afincado en Londres es el de Aston- Martin Nicholas Mee & Co. En sus instalaciones cuenta como modelo estrella un Cabrio totalmente funcional: El DB Convertible Junior, inspirado en el modelo de Aston Martin DB de los años 60 y que es cualquier cosa menos un coche a pedales. La alternativa a pequeña escala de este coche clásico tiene un chasis de acero, asientos de cuero, volante de madera y un freno de disco suministrado por Brembo, además de cuadro de instrumentos, faros, luz de freno y por supuesto claxon.
Hasta 74 km/h
Y ahora viene lo realmente increíble. El DB Junior Convertible está impulsado por un motor de gasolina instalado en la parte delantera del vehículo y que, como cualquier otro "coche grande" se enciende mediante una llave de contacto. La caja de cambios es semi –automática y tiene 3 velocidades con las que impulsa las ruedas traseras. El límite de velocidad es de 74 km / h, pero puede establecerse a cualquier velocidad previa si su propietario lo desea.
El propietario de este fascinante negocio, Nicholas Mee, asegura que puede disfrutar de este descapotable casi cualquier adulto, ya que tiene asientos y pedales ajustables. El deseado juguete, al alcanzar velocidades importantes, ha sido concebido para que se utilice en edades superiores a diez años.
Un capricho no. El capricho.
Este vehículo en miniatura es casi un calco y sólo difiere en algunos detalles del modelo original. Para obtener más individualidad, los clientes realmente adinerados cuentan con la posibilidad de elegir entre varios colores para el exterior y también en diferentes combinaciones para los acabados interiores. Cualquier cosa para que sus necesidades no encuentren límites.
Como era de esperar, el DB Convertible Junior no es para nada un capricho barato porque supone una inversión similar a la de una berlina media (hablando de coches reales). Para los padres con un gran presupuesto, que pueden presentar este tipo de regalos a sus hijos por Navidad, el precio a asumir es de alrededor de 27.000 euros. Más de uno se ha quedado boquiabierto al escuchar esta cifra y aún no se ha repuesto.
Sólo en circuito privado
A pesar del rendimiento dinámico y las capacidades para alcanzar velocidad, este Aston Martin no puede circular por carreteras abiertas y sólo puede disfrutarse en instalaciones privadas y circuitos cerrados. Pero, al fin y al cabo, ¿hay alguien que pueda permitirse regalos así para sus hijos y que no cuente con una mansión con circuito de karts en su jardín?