Está claro que hay muchos más factores que el exceso de velocidad implicados en los accidentes de tráfico: drogas, alcohol, conducción temeraria, mal uso del alumbrado, circular por el carril izquierdo, no respetar la distancia de seguridad...
Sin embargo, lo más fácil de controlar y de demostrar son los excesos de velocidad. Vigilar las conductas peligrosas, aumentar los controles de alcoholemia y drogas, invertir en formación en seguridad vial y en mejorar las infraestructuras... todo eso es mucho más caro y, además, no recauda tanto como sembrar de radares las carreteras.
En España ya hay más de 2.000 radares fijos que se ven complementados con los helicópteros Pegasus, radares de tramo y radares móviles y ahora se suman otros nuevos 70 radares móviles que irán instalados en vehículos camuflados y no camuflados.
La DGT invierte 610.678,25 euros en 70 radares nuevos
Sí, la DGT invierte más de seiscientos mil euros en 70 equipos portátiles nuevos para medir la velocidad de los vehículos y decimos "invierte" y no "gasta" porque esa cifra la recupera esa cifra en pocas semanas gracias a lo que recauda en las denuncias que emiten.
En 12 meses la DGT ingresó 444.347.376 euros en multas, la mayoría de ellas por exceso de velocidad captados por radares camuflados, según datos de AEA.
En concreto, el contrato firmado con Pyme Saima Seguridad S.A. el pasado 20 de junio implica la compra de 70 cinemómetros láser portátiles que ya están al servicio de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Estos dispositivos pueden ser operados tanto desde vehículos en movimiento como detenidos o instalados sobre trípodes o soportes.
Se trata de equipos muy compactos que son muy fáciles de camuflar y de desplegar en cualquier momento y que pueden ser transportados tanto en automóviles como motocicletas, lo que otorga una gran operatividad a estos nuevos cinemómetros.