El precio de los combustibles es una de las grandes preocupaciones de los conductores. Ir a repostar el vehículo supone un desembolso que, dependiendo de las fluctuaciones del petróleo, puede descuadrar las cuentas familiares. Ante ello, cualquier forma de ahorrar en combustible es bienvenida.
El último ejemplo lo ha puesto en marcha Repsol en la Comunidad de Madrid. Se trata de entregar aceite de cocina usado, un acto que nos supondrá un ahorro en la adquisición de combustible de la marca.
La medida supondrá un descuento de 30 céntimos por cada litro de aceite de cocina usado (sí, ese que usamos para freír las croquetas en casa) que entreguemos en 134 puntos de recogida en Madrid (en las próximas semanas esta cifra se elevará hasta totalizar 150). Para beneficiarse del descuento, el abono del combustible ha de realizarse a través de la aplicación Waylet.
El aceite de cocina usado puede ser utilizado para la fabricación de combustibles, una forma de contaminar menos que se inscribe en una iniciativa propugnada por la Comunidad de Madrid y que está relacionada con la economía circular "para impulsar la transición energética de la región".
El proyecto ha sido presentado por la Consejera de Medioambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, junto al Director General del área Cliente de Repsol, Valero Marín. Precisamente, Marín ha destacado que "este nuevo servicio refuerza nuestro vínculo con el cliente, que es el centro de nuestra actividad. Esperamos que acojan esta acción con la misma ilusión con la que nosotros la estamos poniendo en marcha”.
Por su parte, la Consejera de Medioambiente Martin ha sostenido que "es importante recordar que un litro de aceite usado puede llegar a contaminar 1.000 litros de agua. El reciclaje de dicho producto es fundamental también para evitar daños en las tuberías, ya que, en la mayoría de los casos, se tira en la pila del fregadero".