Esta combinación supone unas cifras de ventas anuales del nuevo grupo de 8,7 millones de coches. Culpable de estas cifras son marcas punteras como Citroen, Peugeot, Fiat, Alfa Romeo… Las negociaciones de ambos grupos han concluido en un reparto de 50% en manos de accionistas de PSA Groupe y otro tanto para los de FCA.
La fusión reforzaría a ambas marcas en los segmentos de lujo, premium, de turismos generalistas, SUV e incluso vehículos comerciales. La empresa resultante de dicha fusión combinaría las amplias y crecientes competencias de las dos compañías en las tecnologías que están modelando la nueva era de electrificación, conducción autónoma y digitalización.
FCA ya intentó un acuerdo parecido con Renault pero no se materializó en parte por la negativa de Nissan, socio de la firma francesa. Por tanto y con la mirada puesta en crecer, FCA ha conseguido la fusión esperada aunque finalmente con otro rival, ahora compañero, PSA. Se juntan dos colosos del sector que se convierten en la cuarta fuerza con vistas a mejorar sus cifras exponencialmente en un futuro muy cercano.