Tras renovar las pertinentes gamas de los GLC y GLE, Mercedes-Benz da el siguiente paso: electrificarlas. Ya no sorprende que la firma de la estrella esté volcada por completo en ofrecer un amplio listado de posibilidades eléctricas, todas ellas bajo el apellido EQ Power. Así lo vimos hace unos días con las versiones híbridas enchufables de los Clase A y Clase B para, ahora, hacer lo propio con sus dos todocaminos medios.
Bautizados como GLC 300 e 4MATIC y GLE 350 de 4MATIC, su tecnología híbrida enchufable les permite homologar un gasto respectivo de 2,2 y 1,1 l/100 km. Cifra que consiguen gracias a su excelente autonomía eléctrica estipulada entre 39 y 43 km para el primero y, atención, entre 90 y 99 kilómetros para el segundo, con un gasto energético de entre 16,5 y 17,8 kWh/100 km en el GLC y 25,4 kWh/100 km en el GLE.
Desgranando su parte mecánica, decir que el GLC 300 e 4Matic recurre a un motor de gasolina de 2.0 litros, cuatro cilindros y 211 CV que se une a otro eléctrico de 90 kW. La potencia combinada es de 320 CV con un par máximo de 700 Nm que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y alcanzar una velocidad punta de 230 km/h (130 en modo 100% eléctrico). Para lograr esos 43 km de autonomía eléctrica, hace gala de una batería de 13,5 kWh.
En cuanto al el GLE 300 de 4MATIC, la firma de la estrella decide optar por un bloque diésel de 2.0 litros y 194 CV que se suma a otro eléctrico de 100 kW para dar conjuntamente la misma cifra de rendimiento que su hermano pequeño: 320 CV y 700 Nm. La diferencia es la citada con anterioridad, pues para lograr esos casi 100 km de autonomía eléctrica, su batería tiene una capacidad de 31,2 kWh. En cuanto a sus prestaciones, muy notables con un 0 a 100 km/h de 6,8 segundos y una punta de 210 km/h que puede ser de 160 km/h en circulación puramente eléctrica.
En cuanto a los tiempos de carga, el nuevo cargador a bordo duplica con creces su capacidad, pasando de 3,6 kW a 7,4 kW, lo que supone un compromiso ideal entre tamaño, peso y capacidad de carga. Una batería descargada puede cargarse completamente en 1,5 horas con un wallbox situado por ejemplo, en la casa del cliente. Se puede hacer lo mismo en aproximadamente cinco horas con un enchufe doméstico.