Los de Ingolstadt saben que ahí es donde hay que invertir para fabricar buenos y resistentes motores… El túnel de viento climático de Audi es la primera instalación de su clase capaz de generar velocidades de hasta 300 km/h. Forma parte del centro aerodinámico que la marca posee en Ingolstadt, que incluye tres túneles de viento en una extensión de más de 10.000 m2 y emplea actualmente a 40 personas. A diferencia del túnel termal ya existente, el nuevo túnel de viento climático puede enfriar las temperaturas por debajo de 0º, situando los límites de utilización entre 25º bajo cero y 55º sobre cero. Al margen de posibilitar pruebas térmicas a temperaturas gélidas, las simulaciones pueden efectuarse a velocidades muy elevadas y a altas temperaturas. Los ensayos de las capacidades térmicas del aceite y del circuito de refrigeración, el motor o el interior son, por tanto, posibles a temperaturas que oscilan entre calor asfixiante y frío polar.
Junto a las simulaciones con calor y frío, pueden efectuarse pruebas de lluvia y sol de hasta 1.200 vatios/m2. También puede recrearse la nieve si se necesita.
El nuevo túnel de viento climático tampoco plantea limitación alguna cuando se trata de realizar ensayos con SUV's de gran tamaño, deportivos o modelos dotados de la tracción quattro. Los jets de aire de 6 m2 que impulsan el aire al área de pruebas posibilitan el desarrollo y mejora de la última generación de automóviles. Durante la construcción del túnel de viento se instaló un dispositivo de doble eje capaz de generar 340 CV para coches con tracción total permanente, que hace posible también probar modelos quattro en condiciones de realismo total.
Junto con su principal misión de avanzar el desarrollo y optimización de los modelos Audi, la instalación también ofrece unas condiciones impresionantes para atletas de élite. Entre los visitantes ilustres de los últimos años destacan esquiadores de Alemania, Suiza y Suecia, así como el famoso nadador australiano Ian Thorpe.