Según Bloomberg, una fuente reputada y con muy buenas conexiones con la empresa tecnología, Apple ha anunciado esta semana el cese del proyecto a los casi 2.000 empleados que estaban dedicados al desarrollo del mismo.
Estos empleados, asignados al que se conocía internamente como “Proyecto Titán”, tenían como misión el desarrollo de un coche eléctrico revolucionario dentro de la industria automovilística e iba a equipar tecnología de conducción autónoma de nivel 5, que permitiría eliminar el volante y los pedales del vehículo.
Ese era el objetivo primigenio del proyecto, pero las expectativas se fueron rebajando a lo largo de los años: se habló de reducir la conducción autónoma al Nivel 4 (similar al Nivel 5 pero con volante y pedales para que el conductor tomara el control en determinadas circunstancias) y posteriormente solo al Nivel 2+ (el conductor ha de mantener siempre la atención en la carretera y, si no, la tecnología se deshabilita).
El coche de Apple no ofrecía mas que los de BMW o Mercedes
Esta información se conoció hace unos meses y suponía un punto de inflexión importante en el proyecto de la compañía con sede en Cupertino (California, Estados Unidos). Existía la posibilidad de seguir adelante con esta “tecnología reducida” que no suponía un salto cualitativo frente a lo que ofrecen otros fabricantes como Ford, BMW o Mercedes-Benz, o, decir adiós a esta aventura.
Los peores augurios se han cumplido y, finalmente, el director de operaciones de Apple, Jeff Williams, y Kevin Lynch, vicepresidente que dirige la división de coches eléctricos, han tomado la decisión de suprimir el proyecto.
La misma información de Bloomberg apunta que esta decisión conllevará una ronda de despidos, aunque muchos empleados serán reasignados a la división de inteligencia artificial de Apple.