La producción de réplicas de coches de gama alta –en este caso Ferrari– no es un fenómeno nuevo; de hecho en los 80 se hizo famoso el Ferrari Daytona Spyder 365 GTS/4 color "Midnight Black" que conducía el detective Sonny Crockett , protagonista de la serie de televisión Miami Vice, traducida en nuestro país como Corrupción en Miami. El personaje interpretado por el actor Don Jonhson condujo este modelo durante las dos primeras temporadas y los dos primeros capítulos de la tercera temporada de la serie, hasta que el importador de Ferrari en Estados Unidos debió enterarse de que el Daytona era realmente una réplica construida sobre el chasis de un Chevrolet Corvette C3.
A partir de ese momento, y siguiendo órdenes del mismísimo Enzo Ferrari, presionaron a los productores de la serie para que el falso Ferrai dejara de aparecer en pantalla.
El objetivo lo cumplieron al inicio de la tercera temporada de la serie, cuando el Daytona voló por los aires. ¿Cómo lo consiguió Ferrari? Muy sencillo; les ofreció a los productores dos flamantes Testarossa originales en color blanco –el coche que empezó a utilizar Sonny Crockett a partir de ese momento– a cambio de que se destruyeran las réplicas.
Las cuatro unidades del Corvette C3 convertidos en Daytona que se habían utilizado hasta ese momento, y que habían sido fabricadas por la compañía carrocera norteamericana McBurnie, no fueron destruidas, sino que alguna de ellas fue utilizada por el carrocero Carl Roberts para construir réplicas del Testarrossa para las escenas de riesgo. Los resultados no fueron los esperados y, finalmente, Roberts consiguió construir una réplica satisfactoria del Testarossa utilizando como base un De Tomaso Pantera de 1972.