¿Sabías que, al advertir sobre la ubicación de un control policial en redes sociales, podrías estar ayudando a que un conductor bajo los efectos del alcohol o las drogas continúe su camino? Aunque estas prácticas puedan parecer inofensivas, las consecuencias pueden ser trágicas.
Cada vez es más común encontrar grupos en redes sociales como WhatsApp o Telegram dedicados a compartir la ubicación de controles de tráfico, lo que supone un problema creciente para la seguridad vial.
Cuando compartes un aviso en redes sobre un control, no sabes a quién estás ayudando. Dificultas el trabajo de las autoridades y puede que esa información llegue a un conductor ebrio o bajo los efectos de las drogas, que más tarde provoque un accidente mortal.
Cómo funcionan estos grupos y por qué son tan efectivos
Los avisos sobre controles ya no se limitan al gesto de dar las luces en carretera. Ahora, redes como Telegram permiten crear grupos con hasta 200.000 miembros, donde usuarios de distintas comarcas y regiones comparten la ubicación exacta de los controles en tiempo real. Incluso en WhatsApp, con un límite menor de miembros, los usuarios simplemente crean múltiples grupos ("Grupo1", "Grupo2") para abarcar a más personas.
El fenómeno, que comenzó a popularizarse en 2014 con aplicaciones como Waze o Social Drive, se ha disparado en los últimos años. Aunque estas plataformas nacieron con el objetivo de mejorar la seguridad vial (alertando sobre accidentes, atascos o condiciones meteorológicas adversas), ahora se utilizan para difundir información que facilita evitar la acción policial.
La consecuencia: impunidad y aumento de riesgos
"Nos ven como recaudadores, pero lo único que recaudamos son vidas", asegura el teniente coronel Hidalgo, de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Al avisar de un control, muchos conductores se sienten inmunes, especialmente los jóvenes, que son los principales usuarios de estas plataformas. Antes, el grupo de edad con mayor número de denuncias era el de 25-34 años; ahora, este mismo grupo es el que registra más víctimas mortales.
Entre las sustancias más detectadas en controles y autopsias están el alcohol (32,7%), seguido de drogas como la cocaína y el cannabis (22,7%) y psicofármacos (15,7%). Cada día, más de 500 conductores son detectados al volante tras haber consumido alcohol o drogas, pero muchos más logran eludir los controles gracias a estos avisos.
Medidas para combatir este problema
La seguridad vial es responsabilidad de todos. Antes de enviar ese mensaje o unirte a un grupo, piensa en las consecuencias: cada control que se esquiva es una oportunidad perdida para evitar una tragedia. La guardia Civil también cambia su “modus operandi”:
1. Controles exprés y dinámicos: Para contrarrestar estos avisos, la Guardia Civil ha reducido la duración de los controles fijos, limitándolos a 15 minutos, y ha implementado controles dinámicos, en los que las patrullas detienen vehículos de forma aleatoria durante su recorrido.
2. Campañas de concienciación: En Galicia, se han lanzado cortometrajes como "No seas cómplice" o "¿Sabes a quién ayudas?", que apelan directamente a los ciudadanos para reflexionar sobre las consecuencias de sus actos.
3. Cambios legislativos: Se trabaja en modificar la Ley de Tráfico para sancionar la difusión de información que dificulte las labores policiales. Este cambio busca equilibrar el derecho a la información con el derecho a la vida y la integridad física, dando prioridad a la seguridad vial.
Un problema que afecta a todos
El impacto de estas prácticas no se limita a quienes evaden los controles. Las víctimas son inocentes: familias, peatones, ciclistas… personas que sufren las consecuencias de un acto que podría haberse evitado con un control policial efectivo.
Es hora de dejar de ver los controles de tráfico como una molestia y empezar a considerarlos por lo que realmente son: una herramienta para salvar vidas. Porque, al final, alertar sobre su ubicación no solo pone en peligro a otros, sino que convierte a quien lo hace en cómplice de un sistema que fomenta la irresponsabilidad al volante.