La presentación de este modelo totalmente nuevo se producirá probablemente en el Salón Internacional de Frankfurt, una cita donde además de este nuevo diseño se proporcionarán más detalles sobre la versión híbrida que se añadirá a la gama poco después del lanzamiento. De momento, lo único que avanza la marca son los cambios en el interior y en la carrocería. En estos apartados, los detalles más significativos pasan por unos intermitentes colocados en las carcasas de los retrovisores, un limpiaparabrisas único en lugar de dos y un nuevo aspecto para la consola central (con pantalla de navegación de mayor tamaño y nuevos controles de la climatización) así como el cuadro de instrumentación, que pasará a situarse detrás del volante y contará con relojes más grandes y visibles.
Del lado del diseño cambian sustancialmente los faros, bastante más estrechos y afilados, que siguen cubriendo tanto el paragolpes como el capó y las aletas. El frontal sigue teniendo básicamente el mismo aspecto, aunque se han añadido algunos retoques, como el cromado en la rejilla superior, una boca inferior mucho prominente y faros antiniebla integrados en nuevas molduras.
Tres motores iniciales
Todavía falta mucha información por confirmar en cuanto a las diferentes motorizaciones, pero no obstante los responsables de Toyota han adelantado que el Yaris contará con la última generación de motores bajo el sello Optimal Drive. Así, los únicos confirmados hasta la fecha serían el 1.0 VVT-i y 1.3 VVT-i en el apartado de gasolina y el 1.4 D4-D como primera opción diesel. En prinicipio las potencias de estos tres motores no variarían, con lo que estamos ante mecánicas que, respectivamente, ofrecerían 69, 101 y 90 cv. El Yaris híbrido, aunque no tiene todavía una fecha de producción confirmada, podría alargar su espera fácilmente hasta la segunda mitad de 2012.
El nuevo Yaris será producido en la planta que Toyota tiene en Valenciennes, Francia.