Se trata de una versión campera de su berlina por excelencia que no sólo añade elementos estéticos a la carrocería, sino también el sistema de tracción integral de serie, un diferencial autoblocante trasero y el último propulsor biturbo procedente de Rüsselsheim... Comencemos por el precio. El aumento en las capacidades y del equipamiento del Insignia CrossFour hacen que el coste inicial de esta versión resulte al menos 4.000 euros más cara que un Insignia Sports Tourer convencional. Es una inversión alta (al menos 35.155 euros) pero altamente recomendable para quien suela frecuentar carreteras con nieve, caminos de tierra y barro o simplemente busque un poco más de seguridad en una conducción off-road moderada.
Los aspectos más significativos de esta variante residen en las cuatro salidas de escape (que han sido aportadas por el fabricante de tuning Imrscher, los pasos de ruedas y parachoques acabados en gris mate, así como los protectores de aluminio colocados en la zaga y el frontal.
Dentro del equipamiento incluido de serie bajo una única terminación “Sportive”, el cliente podrá decantarse por dos motorizaciones diesel, un 2.0 CDTi de 160 cv y el nuevo 2.0 CDTi Biturbo de 195 cv (con el que cuesta 37.660 euros). Dentro de ambas motorizaciones se incluye la suspensión adaptativa FlexRide, el sistema Start/Stop, cambio manual de seis relaciones y el diferencial autoblocante trasero. Sólo el motor de 160 cv puede optar por un cambio automático, también de seis velocidades.
De esta forma, Opel ofrece una alternativa a berlinas camperas como el Skoda Scout, el Audi A4 Allroad o el futuro Volkswagen Passat Alltrack.