Aunque no se han confirmado las dimensiones oficiales de este modelo, el CX-5 es el todocamino más pequeño fabricado por Mazda, por debajo del CX-7 y también del CX-9 (mucho más grande y que no se comercializa en Europa). El CX-5 está basado en los trabajos que Mazda ha presentado anteriormente, como el MINAGI Concept o el SHINARI, en los que se abarcaron las nuevas pautas del sello KODO que influenciará a toda la futura gama de este fabricante. Aunque habrá que esperar al Salón de Frankfurt para entrar en detalles, las primeras informaciones que han llegado hablan de una completa gama de motores y transmisiones pertenecientes a la nueva generación SKYACTIV. De momento, para el mercado europeo se ha confirmado la incorporación de un motor de gasolina SKYACTIV-G 2.0 y un diesel SKYACTIV 2.2, éste último con dos niveles de potencia que gracias a la inyección directa y a un excepcional ratio de compresión (14:1) lograrán disminuir considerablemente las emisiones. De hecho, Mazda ya ha anunciado que la versión diesel menos potente podrá situar su nivel de emisiones de CO2 por debajo de los 120 gramos por kilómetro.
La tecnología SKYACTIV engloba numerosas soluciones en términos mecánicos, como la reducción del peso y las pérdidas por fricción en las transmisiones (manuales o automáticas por convertidor de par), el aumento en la rigidez de cada chasis disminuyendo al mismo tiempo su peso, la introducción de la tecnología Start/Stop y recuperación de energía en todos los modelos, etc. El CX-5 será el primero modelo de producción en serie que adopte todas estas medidas pertenecientes a una nueva generación dentro de Mazda.