La marca británica acaba de anunciar que el modelo urbano de lujo, basado en el Toyota iQ, estará en la correspondiente cadena de producción a lo largo de 2010. Vaya por delante que al iQ no le hacen falta reconocimientos. Ha recibido cinco estrellas EuroNCAP y estuvo, hace pocos días, al borde de robarle al Volkswagen Polo el premio de “Coche del Año 2010”. Pero sin duda este es el premio más grande que le podía haber tocado: Aston Martin reproducirá, con retoques e interpretaciones propias, uno de sus modelos más controvertidos.
Y de momento los detalles brillan por su ausencia. No hay información acerca de los motores (que podrían ser los mismos que Toyota fabrica para este modelo), ni de equipamiento ni tampoco del precio que podría alcanzar en el mercado. Lo único que sabemos proviene de las primeras imágenes oficiales, en las que es evidente que Aston Martin ha aplicado sus reglas: calandra, paragolpes delantero e incluso los propios tiradores de las puertas pertenecen a un vehículo de alta gama. Por dentro, la tapicería de cuero, junto a las nuevas aplicaciones multimedia (entre ellas se observa un soporte especial para iPhone), dejarán boquiabiertos a los que hasta ahora lo consideran ciencia-ficción.
Por encima de todos los lujos que se le puedan incorporar a un coche como el iQ, lo que más sorprende sin duda es que Aston Martin pueda poner su logotipo en coches con motores 1.0 de 68 cv o 1.33 de 98 cv. Nosotros ya no nos sorprendemos de nada. La ciencia ficción lleva tiempo invadiendo la realidad del automóvil.