En el verano de 2002, la marca de los cuatro aros presentó el primer modelo de lo que con el tiempo se convertiría, junto al mismísimo R8, en el mayor representante de la deportividad en su gama. En efecto, hablamos del Audi RS6, un familiar (solo tuvo variante sedán en sus dos primeras generaciones) con pretensiones de superdeportivo que seguía la estela de los RS2 y RS4 anteriores para mejorar aún más el concepto, algo que consiguió pronto con creces.
Repaso a las cuatro generaciones del Audi RS6
El RS6 C5 de primera generación ya apareció con un potente V8 biturbo de 4,2 litros heredado del S6 que fue puesto a punto nada menos que por Cosworth (filial de Audi AG hasta 2004) para engrosar su rendimiento hasta los 450 CV.
La versión C6 estrenada en 2008 no solo aumentó la potencia o la cilindrada de su mecánica, sino también el número de cilindros. Los ingenieros optaron por equipar un sensacional V10 de 5 litros (el mismo que movía por aquel entonces al Lamborghini Gallardo, pero sobrealimentado) que declaraba la friolera de 580 CV y 650 Nm de par disponibles a partir de las 1.500 vueltas, unas cifras que superaban incluso las del R8. El sonido de semejante bloque era gloria eterna para los oídos...
Un lustro después llegó el turno del C7, que volvió al V8 disminuyendo ligeramente el caballaje (560 CV) y ratificando el título de superventas y referente absoluto de su segmento. En apenas 3,9 segundos se catapultaba desde parado hasta los 100 km/h y superaba los 300 km/h de velocidad punta... todo ello, con espacio y confort de sobra incluso para una familia numerosa. Con esta generación, ya sin carrocería sedán, aparecía el primer RS7 (berlina coupé) que calcaba tanto en chasis como en mecánica al RS6 reemplazando de alguna manera a su variante sedán.
El RS7 sigue presente hoy en día con la nueva generación del RS6 (C8), que sigue fiel al V8 biturbo de 4 litros aunque, por primera vez, supera los 600 CV de potencia y añade un sistema de microhibridación que apoya al motor de gasolina y le permite obtener en nuestro país la etiqueta medioambiental Eco de la DGT.
Por supuesto, desde el primero hasta el último de los integrantes de tan legendaria y excelente familia, además de poderío, deportividad, espacio y prestaciones entran en la ecuación conceptos como los de seguridad, tecnología y unas calidades que desde hace décadas son santo y seña de la firma alemana de Ingolstadt. ¡Muchas felicidades, RS6; por muchos más años de vida y éxitos!