El Alfa Romeo SZ, apodado "Il Mostro" por su apariencia controvertida (obra de Zagato) y su comportamiento nervioso, es una joya altamente codiciada por coleccionistas debido a su producción limitada: se construyeron poco más de 1.000 unidades. Sin embargo, aún es más rara su variante de competición Trofeo, que fue creada para una serie monomarca en Europa.
Recientemente hemos conocido que un ejemplar del SZ Trofeo, el cual fue ensamblado antes del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 de 1993 y participó en una carrera de apoyo antes del evento en cuestión, está a la venta en Alemania. A continuación de aquel importante hito, compitió en varias pruebas del torneo italiano Supercar GT. Han pasado 32 años, nada menos.
Se vende unidad histórica del Alfa SZ Trofeo
Tras su paso por las pistas, el vehículo en cuesitón fue adquirido por Andrea de Adamich, ex piloto de Fórmula 1, quien lo utilizó como su automóvil diario durante más de una década. Poco después, un coleccionista neerlandés lo compró y lo registró para uso en carretera en Alemania, donde residía.
Actualmente, el coche conserva su librea de competición original, rojiblanca, y ha recorrido poco más de 20.000 kilómetros, una cifra sorprendentemente baja considerando su edad e historial en circuitos de renombre mundial como Spa-Francorchamps, Mugello y Red Bull Ring. Lo mejor es que ha vuelto al mercado y se puede adquirir libremente.
Concretamente, esta pieza única de la historia del automovilismo está a la venta en Alemania por 185.000 euros. Aunque se trata de un precio bastante elevado, cabe recordar que este va acorde con la herencia y exclusividad que ofrece un Alfa Romeo SZ Trofeo tan singular. Vale lo mismo, por ejemplo, que un Porsche 718 RS.
Algunos datos clave sobre "Il Mostro" del 93
Esta unidad del Alfa Romeo SZ mantiene el propulsor de gasolina V6 de 3,0 litros, atmosférico, del modelo “estándar”, pero presenta mejoras significativas que lo distinguen. Equipa llantas OZ Racing de 16 pulgadas y su interior ha sido despojado de elementos innecesarios para correr, reemplazando el tablero original por una configuración minimalista y asientos tipo “bucket”.
Añadiendo un toque muy especial a su ya impresionante historial para los más entusiastas, el legendario piloto de rally Walter Röhrl, dos veces campeón del mundo y actual embajador de Porsche, condujo este mismo coche. Es decir, quien se haga con él, va a sentar su afortunado trasero en el mismo lugar que lo hizo una leyenda viviente de los 80.