Este ha sido el caso de Bugatti, que ha llevado la personalización a otro nivel con la creación de un portavasos a medida para el exclusivo Chiron Super Sport de uno de sus clientes. ¿La razón? Una empresaria que, tras derramar una lata de Red Bull en el interior de su Bugatti de tres millones de euros, decidió que era hora de encontrar una solución.
El Bugatti Chiron Super Sport, uno de los coches más exclusivos de la historia, es conocido por su motor W16 de 8.0 litros con cuatro turbocompresores, capaz de generar 1,578 CV y alcanzar velocidades de hasta 440 km/h, pero, curiosamente, carece de un elemento tan cotidiano como un portavasos. En un mundo donde cada detalle cuenta, ¡esto era imperdonable para su propietaria!
La dueña del Bugatti pidió a la marca que le diera una solución
La empresaria en cuestión manchó el lujoso interior de cuero del Chiron con una bebida energética, lo que desencadenó su petición a Bugatti. La marca, fiel a su filosofía de ofrecer lo mejor a sus clientes, aceptó el desafío y creó un portavasos digno de un superdeportivo.
El resultado es una obra de arte en miniatura, fabricada con aluminio y fibra de carbono, los mismos materiales utilizados en la construcción del coche. Este portavasos está diseñado para integrarse perfectamente en el interior del Chiron, manteniendo su estética minimalista y su enfoque en la deportividad.
El portavasos no es simplemente funcional, sino también una declaración de lujo y exclusividad. Incluye detalles grabados a mano y puede ajustarse para diferentes tamaños de bebidas, desde una vaso de café hasta una botella de agua. Además, está equipado con un sistema de sujeción que asegura que la bebida permanezca en su lugar, incluso cuando el coche acelera a más de 300 km/h.