El vehículo eléctrico sigue gozando de buena salud. Los datos así lo avalan y en lo que llevamos de año ya se ha superado el número de matriculaciones totales del 2021. De hecho, en los siete primeros meses de este 2022 se han vendido un total de 19.361 unidades lo que supone un incremento del 49,6% respecto al mismo periodo del año anterior representando una cuota de mercado del 3,42%, a menos de un punto y medio de los híbridos enchufables (4,91%), tecnología que supuestamente iba a liderar el cambio en este año.
Sin embargo, las ayudas gubernamentales, con unos descuentos que llegan a los 7.000 euros como es el caso del Plan MOVES III, unido a un precio de los vehículos cada vez más ajustado y a unas autonomías cada vez mayores, ha provocado que el número de coches 100% cero emisiones se incremente. No obstante, todavía hay una variable a tener en cuenta y que no es apta para el común de los mortales: dónde cargar el coche. Una cuestión que no va a ser la tratada ni en estas líneas ni en el vídeo práctico que adjuntamos aunque sí está relacionada.
El cable de carga: importancia vital
Porque quien compra un coche eléctrico no solo tiene que tener en cuenta el diseño, el espacio o la autonomía sino que también ha de conocer a cuánto y cómo carga su coche. Porque la mayoría de vehículos eléctricos está pensado para admitir cargas tanto en corriente alterna como en corriente continua, con unas potencias determinadas que serán las que nos acaben dando el tiempo de espera final. Sin embargo, hay quien no se para a pensar que por mucho que la estación de carga tenga una potencia concreta, si el cable que tenemos nosotros guardado en el maletero no es el más idóneo, estaremos desperdiciando nuestro tiempo.
Has de ser conocedor tanto de la potencia admitida de tu vehículo eléctrico en los dos tipos de corriente como de los cables que se te suministren. No explicamos. En el caso del UX 300e que nos acompaña en esta prueba, la potencia de carga máxima que admite en corriente alterna es de solo 6,6 kW (algo baja) mientras que la de corriente continua sí asciende a los 50 kW. En primer lugar has de tener en cuenta de que por mucho que lo conectes a tomas, por ejemplo, de 11 y 150 kW, respectivamente, tu coche solo va a admitir cargas de 6,6 y 50 kW.
Ojo a los tiempos de espera
Pongámonos en el caso de que sus potencias de carga fueran más altas. Aquí entraría la variable de los propios cables y de lo que admitan ellos mismos. Y es que por mucho que tengamos una toma de carga en corriente alterna de 22 kW, si nuestro cable tiene el voltaje limitado para 11 kW, estaremos cargando a 11 kW teniendo que esperar el tiempo necesario para esta segunda potencia. Haciendo un símil, sería como una tubería de agua. Si la fuente nos permite sacar un caudal de 22 litros por hora pero la manguera/tubería que conectamos tiene un grosor para que solamente pasen 11 litros, a nuestro destino final llegará únicamente esta última cantidad y llenar los 60 litros de depósito nos llevará el tiempo correspondiente a los 11 litros y no a los 22.
Por último, has de tener en cuenta igualmente, el tipo de conexión de tu vehículo ya qyue en el caso de este UX 300e, el cargador embarcado para la toma de corriente continua era de tipo CHAdeMO y no CCS como es el estándar para la mayoría de vehículos eléctrico. Eso te limitará a la hora de encontrar puntos de carga rápida ya que como te decimos la mayoría está ahora mismo estandarizado para los conectores CCS. Dicho esto, el resumen es que conozcas tu vehículo eléctrico no solo en lo que a rendimiento se refiere sino en relación con el resto de variables que lo engloban en términos de carga y aquí el tipo de cable que tengas principalmente para la carga pública en corriente alterna (en continua suele estar adherido al propio cargador) será vital.
