En realidad, esta caja de cambios funciona exactamente igual que la DSG (Direct Shift Gearbox) de Volkswagen. Este tipo de transmisión combina las ventajas de una caja de cambios manual de seis o siete velocidades convencional con las cualidades de una moderna transmisión automática, cómoda y ágil. Al conducir empleando esta caja de cambios se puede disfrutar de una conducción muy confortable, además de una aceleración fluida y dinámica, sin interrupción del flujo de potencia.
Funcionamiento y ventajas de la transmisión S Tronic
Es posible comprender de manera sencilla el funcionamiento de una caja S Tronic mediante un ejemplo práctico. Suponiendo que se va conduciendo en la tercera velocidad, este tipo de caja de cambios tiene preparadas la segunda y la cuarta, por lo cual el cambio de marcha no insume tiempo alguno. Si bien en esencia se trata de una caja de cambios manual, para el conductor resulta una caja automática.
La base técnica de este cambio automatizado deportivo es un embrague doble y la mecatrónica. El embrague doble consiste en un sistema de dos embragues de disco húmedo con presión de contacto regulada de manera hidráulica. Uno de los dos embragues se encarga de engranar las marchas impares, y el otro las pares. Es gracias a este principio que los cambios de marcha se producen sin interrumpir el flujo de potencia y, además, los tiempos de cada cambio son extremadamente cortos. Mientras el primer embrague está transmitiendo la potencia, el segundo ya está preparado para engranar la siguiente marcha, la cual está preseleccionada. Cuando el conductor efectúa el cambio de marcha, se libera el primer embrague y se engrana el segundo, de modo que el cambio de marcha se realiza en una fracción de segundo.
El conductor tiene la opción de accionar el S Tronic manualmente o de permitir que los cambios se realicen automáticamente. En el modo automático, es posible escoger entre los ajustes de cambio estándar, que resultan confortables y bien equilibrados, y un programa con un carácter acentuadamente deportivo. Los cambios manuales se realizan mediante la palanca de cambios o accionando las levas de cambio, que están situadas detrás del volante.
Ventajas que percibe el conductor al contar con una transmisión de dos embragues
En un coche con una caja de cambios de dos embragues el conductor consigue un doble ahorro, de tiempo y de energía. Mediante el empleo de una caja de cambios de doble embrague es posible realizar cambios de velocidades realmente rápidos, sin interrupción apreciable en la transmisión de potencia. Quien conduce puede seleccionar el modo totalmente automático, con el programa normal D y el programa deportivo S, o puede conducir cambiando las velocidades de forma manual con las levas de cambio. En ambos casos, se siente la precisión y el carácter marcadamente deportivo del sistema. A pesar de todo su dinamismo, el sistema S tronic también es muy eficiente. Su elevado nivel de eficiencia permite reducir el consumo de combustible y las emisiones contaminantes.
Versiones de caja de cambios S Tronic
Considerando la gama de modelos de Audi que incluyen este sistema de doble embrague se observan cuatro versiones diferentes, que pueden tener seis o siete marchas. Para los motores que se instalan de forma longitudinal, que aparecen por ejemplo en el modelo A4, la prestigiosa firma alemana ha desarrollado una versión especial de esta caja de cambios semiautomática. Cuenta con siete velocidades y presenta todos los engranajes alineados y dispuestos en un solo eje de salida. Con respecto a los motores que se instalan de forma transversal, es posible distinguir tres versiones, todas configuradas en una sola disposición con dos ejes de salida, lo que permite un diseño compacto.
¿Cómo funciona este mecanismo?
A continuación se describirá el modelo de transmisión de doble embrague de siete velocidades para los motores longitudinales, aunque su principio básico es el mismo para todos los diseños. Este cambio incluye dos subunidades, e integra dos embragues de discos que controlan los distintos engranajes. El embrague K1 está situado en el exterior, y dirige el par de torsión a través de un eje sólido a las ruedas dentadas para las marchas impares 1, 3, 5 y 7. Un árbol hueco gira alrededor de ese eje sólido. Está conectado con el embrague K2, que es más pequeño y está integrado en el interior del embrague exterior de mayor tamaño. Su función es controlar las ruedas de engranajes para los engranajes de número par, o sea 2, 4 y 6, así como también la marcha atrás.
En otra de las versiones se aprecia que ambas estructuras de transmisión están activas de manera continua, pero solo una está conectada al motor en un momento dado. Por ejemplo, cuando el conductor acelera en tercera, la cuarta marcha ya está lista en la segunda estructura de transmisión. El proceso de cambio se lleva a cabo cuando los embragues cambian, momento en el cual K1 se abre y K2 se cierra. El cambio de marchas solo necesita unas centésimas de segundo para completarse, prácticamente sin interrumpir la tracción. Es tan suave, dinámico y confortable que el conductor apenas nota la acción.
Es interesante también desarrollar las características del módulo de la mecatrónica. Se trata de un bloque compacto y robusto, que comprende a la electrónica y a los elementos de control hidráulico. Su concepto de control permite que varíe la velocidad del proceso de cambio de marchas y también hace posible controlar con eficiencia la potencia necesaria. Los embragues de discos son manejados con extrema precisión, tanto que esta caja de siete velocidades ofrece un comportamiento muy sensible en todo momento, incluso en el tráfico y durante la maniobra de stop-and-go.
La caja de doble embrague de Audi de siete velocidades puede ser utilizada de varias maneras. En el modo automático ofrece dos programas, el D (Drive) y S (Sport). El conductor puede tomar el control del desplazamiento a través de la palanca selectora o con las palas o levas estándar ubicadas detrás del volante. Otro elemento que aparece en los modelos de alto rendimiento es el sistema de control de lanzamiento. Este sistema aprovecha al máximo el potencial de aceleración del coche. El deportivo de siete marchas para motores longitudinales puede manejar velocidades de hasta 9000 rpm.
Ventajas de este tipo de transmisiones
Todas las versiones del S Tronic ofrecen varias ventajas. Entre ellas destacan su alta eficiencia, su gestión inteligente y una amplia relación de engranaje diferencial con engranajes superiores. Así, esta transmisión de última tecnología ofrece, en muchos casos, un menor consumo de combustible, si se compara con el de una caja de cambios manual. Además, la suavidad de su acción preserva del desgaste a las piezas que componen en sistema. El cambio ultracompacto de siete velocidades que se ensambla en los modelos Audi A1 y Audi A3 solo pesa unos 70 kilogramos. A su eficiencia se suman sus dos embragues secos, que no necesitan un suministro de aceite por separado. Todas las versiones de esta excelente caja de cambios se pueden combinar con el sistema de arranque y parada de Audi. Entre los últimos modelos de Audi con esta caja de cambios se incluye el A3 Sportback e-tron 1.4 TFSI, de 6 marchas, que ensambla un motor de gasolina con inyección directa, 4 cilindros en línea y sobrealimentación turbo.
