¿Por qué mi coche no arranca?
Una de las causas más comunes que se esconde detrás de la mayoría de problemas en el arranque es una descarga completa o parcial de la batería. Que esto se produzca no es demasiado complicado, basta con dejarse las luces encendidas durante toda la noche por descuido para comprobar cómo a la mañana siguiente el coche no podrá arrancar de ninguna forma. Cargar la batería con unas pinzas especiales o sustituirla totalmente si está ya fuera de su vida útil son las mejores cosas que pueden hacerse. Tampoco hay que descartar un problema eléctrico un poco más complejo que el de la batería. Muchos modelos incorporan fusibles especiales para el motor de arranque, piezas que pueden estropearse como cualquier otra provocando problemas.
Otras causas por las que no arranca un coche
Pese a que las anteriores son las causas más probables por las que un coche no puede arrancar, existen otras que tampoco conviene perder de vista. Es posible que esté fallando el mismo interruptor de encendido. Para comprobarlo, solamente hay que girar la llave en el contacto sin llegar a arrancar y advertir si se encienden o no los testigos luminosos del salpicadero. Si no lo hacen, y la batería está en perfecto estado, es muy posible que la avería se encuentre aquí. Otro problema correspondería a las bujías. En este caso, el coche intentará arrancar emitiendo un ruido muy particular y, posiblemente, un intenso olor a combustible. El problema radicaría en unas bujías obstruidas y demasiado sucias que necesitan ser sustituidas para recuperar su capacidad de trabajo.
Algunos consejos
Lo mejor que puede hacerse para estar seguro de que un coche arrancará es llevar al día las revisiones y someter el vehículo a periódicas puestas a punto que no vayan más allá de los 40 000 kilómetros o de los dos años. Pese a ello, siempre hay que efectuar algunas comprobaciones cuando el coche tenga que estar estacionado demasiado tiempo. Asegurarse de apagar las luces, la calefacción o el aire acondiciones es fundamental para no encontrarse a la vuelta un coche imposible de arrancar. Las bajas temperaturas son una fuente de problemas también para los sistemas de arranque. En muchos casos, la batería alcanza temperaturas que son demasiado bajas como para poder trabajar con eficiencia. Un trapo caliente sobre ella y un momento de espera hasta que el motor alcance su temperatura sería, en este caso, lo más aconsejable.