En consecuencia, tener claro cuál es la vida útil de los amortiguadores es fundamental para mantener el neumático en permanente contacto con el firme y asegurar, de esta manera, una mejor distancia de frenado y una superior maniobralidad. Es decir, unas condiciones de seguridad idóneas.
Consideraciones sobre la vida útil de los amortiguadores
A la pregunta: cada cuánto se cambian los amortiguadores, no existe una respuesta única. Es incuestionable que los fabricantes de estos elementos establecen un periodo de reemplazo, que suele situarse en torno a los 50 000 km. Sin embargo, la duración de los amortiguadores, en realidad, está condicionada por factores externos a estas piezas, especialmente las carreteras y vías sobre las que se utilizan, el estilo de conducción y otras consideraciones semejantes.
La duración de los amortiguadores del coche, por ello, oscila en una horquilla amplísima, lo cual hace recomendable revisarlos periódicamente, al menos una vez cada 20 000 kilómetros. Los hechos demuestran que algunos de ellos fallan verdaderamente pronto, a los ocho mil kilómetros de uso, mientras que otros pueden llegar a durar más de ciento veinte mil kilómetros. Teniendo en cuenta su importancia, por tanto, es mejor no prever una vida útil de los amortiguadores y aplicar un criterio de prevención y control permanente para evitar sorpresas y sustos desagradables.
Cómo saber cuándo cambiar los amortiguadores del coche
Existen establecimientos tecnológicamente avanzados que permiten realizar controles exhaustivos, precisos y rigurosos sobre el estado de los amortiguadores. Sin embargo, también se puede realizar un chequeo doméstico de los mismos presionando la carrocería hacia abajo y observando la oscilación posterior del coche: si este se mueve demasiado, es un indicador de que los amortiguadores se están deteriorando. Los conductores más expertos, además, perciben la necesidad del reemplazo al notar determinadas reacciones en su coche. Entre ellas, el aquaplanning (una mala adherencia sobre pavimento húmedo o lluvia), el balanceo y el deslizamiento lateral durante las curvas o los virajes bruscos, un bamboleo constante del volante, la proliferación injustificada de avisos del ordenador de a bordo sobre TSC y ESP, así como un desgaste mayor de los neumáticos y un incremento de la distancia de frenado, son indicios que no pasan desapercibidos a estos conductores experimentados, los cuales solicitan de inmediato la revisión de sus amortiguadores. Estar atento a estas señales, y realizar los chequeos periódicos necesarios, es fundamental para controlar la vida útil de los amortiguadores del coche.