Con el invierno golpeando ya nuestra puerta, los coches eléctricos empiezan a sufrir ligeramente. Muchos estudios han analizado cuál es el impacto real de las bajas temperaturas en el funcionamiento de todos sus componentes, con especial énfasis a la batería. Sin embargo, para muchos usuarios tener un coche eléctrico no es un problema ni un impedimento para tener una buena experiencia de conducción durante estos meses, ni siquiera en los países más fríos. Al contrario: un vehículo eléctrico funciona hasta unos -40º, incluso en condiciones más frías que un diésel, que suele tener el límite en unos -25º.
Así afecta el frío a la batería
Que las bajas temperaturas y los coches eléctricos no acaben de casar se debe a que el frío aumenta la resistencia interna de las celdas de la batería, lo que ralentiza el proceso electroquímico que tiene lugar durante el tiempo de carga. Además, el desgaste de las celdas es mayor con el frío. Por esta razón, los fabricantes reducen la velocidad de carga a temperaturas bajo cero para proteger la batería.
Otra medida que toman para mitigar el efecto del frío es utilizar un sistema de gestión de la batería que la mantiene en un rango de temperatura ideal, incluso por la noche cuando el coche no está en uso. A ello hay que sumar que, a bajas temperaturas, el consumo aumenta debido a la calefacción y, por tanto, disminuye la autonomía del vehículo… siempre y cuando no posean una bomba de calor efectiva. Todo esto se traduce para el conductor en una menor autonomía en general, más pérdida de energía cuando está parado y un proceso de carga más lento, al menos hasta que la batería haya alcanzado la temperatura adecuada.
Consejos para optimizar la carga
No obstante, conviene seguir una serie de consejos en esta época del año para optimizar el proceso de carga de una batería y, con ello, ahorrar energía y para ello hemos echado mano del conocimiento de la empresa suiza especializada en soluciones de carga, Juice Technology, y que si son seguidos por el propietario de un coche eléctrico, le permitirán optimizar la carga de la batería del vehículo durante los meses de invierno:
Carga al llegar a casa: El proceso de carga es más lento cuánto más fría esté la batería o, en otras palabras, una batería caliente absorbe electricidad de forma más rápida que una fría. Por ello, si cargas al llegar a casa, cuando la batería aún no se ha enfriado, tardarás menos tiempo en cargar a plena potencia.
Mejor durante la noche: Ten en cuenta que, si la noche ha sido muy fría (especialmente si el coche está aparcado en exteriores), necesitarás más energía hasta que la batería alcance la temperatura adecuada. Por eso es buena opción programar la carga con tu vehículo cómodamente con CA durante la noche si dispones de un dispositivo de recarga en casa o en el garaje de tu edificio. Así la batería mantendrá una buena temperatura y reducirás la pérdida de autonomía.
Tira de la red, no de la batería: Precalienta el vehículo mientras esté conectado a la estación de carga, ya que así tomará la energía directamente de la red a través de la estación, y no directamente de la batería.
Planifique la hora de salida y, con ella, la carga: Así el coche estará completamente cargado justo en el momento de iniciar la conducción, evitando que la batería se enfríe y necesite energía adicional hasta que alcance la temperatura adecuada.
Planifica tu ruta, incluyendo las paradas: Antes de que un coche se detenga por falta de batería, el sistema habrá dado varios avisos y la velocidad máxima permitida se habrá restringido. Pero, para evitar sobresaltos, es bueno planificar la ruta por adelantado, sobre todo en viajes largos, incluyendo las posibles paradas para cargar.
Utiliza la calefacción de asiento: De esta manera invertirás menos energía que usando el sistema de calefacción central, especialmente si viajas solo. Pero si lo haces en compañía, tampoco escatimes. Ojo, si tiene volante calefactable, la mejora es doble.
Preacondiciona la batería antes de cargar en CC: De momento sólo Tesla, Porsche (con el Taycan) y Daimler (con la serie EQ) permiten precalentar las baterías antes de la carga CC, para que esta carga sea lo más rápida posible y no deteriores más las celdas.