Un propulsor de este tipo es un sistema que se encarga de introducir una mayor cantidad de oxígeno en el cilindro para que la explosión generada sea mayor. Este sencillo mecanismo se traduce en un extra de potencia bastante importante.
El papel de la sobrealimentación
El proceso que se desencadena por el uso de un compresor tuning es conocido como sobrealimentación. Su funcionamiento común hace que la cantidad de los gases que son necesarios para llevar a cabo la explosión en la cámara interna del motor sea mayor. Así, con el mismo combustible y las mismas especificaciones técnicas, cualquier motor sobrealimentado con un compresor es capaz de desarrollar una potencia mayor en cada una de sus revoluciones, algo que se aplica directamente en un aumento de la fuerza en regímenes bajos y velocidades realmente altas en el régimen mayor.
Tipos
Existen distintos tipos de compresores para coches tuning, y es que cada sistema presenta una serie de peculiaridades que deben ser tenidas en cuenta. El más común suele ser el compresor volumétrico. Este sistema se sirve del propio movimiento del cigüeñal para comprimir en su interior el aire que posteriormente pasará a la cámara de combustión, por lo que su acción es mecánica. El tuborcompresor es otro de los sistemas más populares en la actualidad. Se trata de un sistema capaz de aprovechar tanto el movimiento del motor como la temperatura de los gases que llegan hasta él para aumentar su presión ofreciendo una potencia realmente alta.
Algunos consejos sobre el compresor tuning
Hay que tener en cuenta el modelo que se quiere potenciar con un compresor antes de lanzarse a montarlo. Este tipo de pieza aumenta el rendimiento, pero también eleva la exigencia del resto de componentes de un motor. Así, un análisis detenido tiene que acompañar al montaje para saber si el aumento de la potencia no generará problemas de mecánicos de cualquier tipo. Una sobrecarga de potencia puede arruinar por completo un motor de combustión. Muchos componentes, bien por el material del que están hecho o por características estructurales, no están diseñados para soportar trabajos demasiado intensos, por lo que el compresor podría acabar con ellos.