En múltiples ocasiones te hemos relatado la importancia de tener los neumáticos en buen estado pues son el único elemento que conecta nuestro coche con la carretera, convirtiéndose así en algo fundamental para la seguridad de los ocupantes y del resto de conductores. Dicho esto, desde hace varios años el espectro de fabricantes de neumáticos se ha ido ampliando sobre todo con la llegada de marcas de origen asiático, en concreto desde China, así como de otros compuestos como puedan ser las gomas de invierno o para todo tiempo; todo ello sin obviar los nuevos sistemas de propulsión electrificados, con igualmente compuestos específicos para ellos. Por eso si elegir un coche nuevo se ha convertido en una labor ardua, no menos está siendo el escoger el neumático perfecto para tu vehículo. Algo que nosotros aquí vamos a intentar aclarar de la mejor manera posible.
En este sentido, antes de comenzar con el quid de la cuestión, te recordamos que es vital realizar un mantenimiento adecuado de los mismos. No debes esperar a realizar un trayecto largo para comprobar su estado o la presión de los mismos, sino que es importantísimo que realices un seguimiento mensual si puede ser de ellos. Así, comprueba su presión y chequea visualmente su estado para detectar posibles indicios que anuncien la necesidad de reemplazarlos. Por regla general, los neumáticos de buena calidad deben s__ustituirse cada 40.000 o 50.000 kilómetros__, mientras que los de escasa calidad no suelen sobrepasar los 10.000. Pese a ello, existen múltiples factores que influyen en la durabilidad de los mismos, como las condiciones atmosféricas, el estilo de conducción y el tipo de firme sobre el que se utilizan son determinantes.
Cómo elegir un buen neumático
Cuando alguien se plantea cómo elegir neumáticos, lo primero que conviene hacer es saber qué tipo y modelo viene de serie en el vehículo. No significa que, obligatoriamente, haya que reemplazarlos por los mismos, aunque los fabricantes suelen recomendarlo, pero sí resulta imprescindible cambiarlos por otros de similares características.
Para saber qué ruedas puede llevar el coche, hay que fijarse en los dígitos incluidos en el código identificativo impreso en el neumático, el cual es la referencia válida para identificar cuáles son, y no, compatibles con el coche. Estos números informan sobre la anchura, la altura, el diámetro de la llanta, el peso máximo que puede soportar (el llamado índice de carga) y el código de velocidad, que es el tope de velocidad que dicho neumático puede asumir durante diez minutos sin ningún tipo de riesgo. Estos datos, combinados con una serie de tablas de equivalencia que establecen relaciones y compatibilidades entre las distintas marcas y modelos, son determinantes para saber cómo elegir un neumático.
Factores a tener en cuenta
Como te decíamos al principio, es importante tener en consideración la climatología habitual de las zonas en donde se utilizará el vehículo. En función de esta realidad, convendrá utilizar neumáticos de verano, invierno o mixtos, cuyas anchuras y diámetros varían para adaptarlos mejor a las peculiaridades de los condicionantes atmosféricos.
También el tipo de conducción es importante al plantearse cómo elegir neumáticos: en caso de conducción deportiva, resultarán más adecuados los que ofrezcan un mayor agarre, resistencia y estabilidad sobre la carretera. El tipo de suelo sobre el que se van a rodar es otro aspecto vital al decidir qué neumáticos poner en el automóvil: para las autopistas, son preferibles los de alto rendimiento, mientras que en los recorridos urbanos convienen los neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
La velocidad del vehículo, la capacidad de carga y, en menor medida, las preferencias personales por determinadas marcas completan el abanico de condicionantes que influyen en cómo elegir neumáticos. En el caso de que te muevas por entornos rurales (nos referimos a caminos no asfaltados) es conveniente igualmente que mires ruedas con especificación 4x4. No tienen por qué ser expresamente con tacos pero sí con unas características acordes a los terrenos poco deslizantes y que mejoren así la tracción del conjunto.
Un aspecto clave es el de las ofertas. No te dejes embaucar por los grandes descuentos puesto que muchas veces son tretas comerciales para quitarse del medio los neumáticos más antiguos y es que las gomas también caducan si no se emplean. Mira bien o pregunta la fecha de fabricación de los mismos para estar seguro de que te llevas unas gomas en buen estado. En cuanto al tipo de banda de rodadura, tienes neumáticos direccionales, con el dibujo en forma de flecha que suele dar muy buen resultado sobre asfalto mojado pero que se desgastan más rápidamente en coches con motor y tracción delantera. Del mismo modo, están los simétricos, cuya banda de rodadura cuenta con dos zonas diferenciadas; una parte es direccional y busca evacuar bien el agua y la otra, maximizar el agarre lateral en curva.
